Metallica
3 de marzo de 2017
Foro Sol
Ciudad se México
" la supervelocidad..."
Así consideraba Conecte en su número 512 a Metallica, que a partir de 1982 comenzó a ser parte fundamental de la línea dura del Heavy Metal fundada en las costas californianas con exportaciones de los confines del universo, para ser precisos del hemisferio europeo.
Mientras Mötley Crüe, Dokken, Scorpions y Twisted Sister emitían un Hard Rock comercial con algunos sólidos tintes de poder, Metallica trabajaba su maquinaria introduciendo un ritmo frenético al que muchos comenzamos a llamar speed metal o trash.
En efecto, eran los tiempos en que por una obsesiva necesidad etiquetábamos cada banda y cada corriente.
Así muchos retoños de la carnívora planta metálica comenzaron a desarrollar estructuras mas densas y colocarse en las cloacas del metal como propuestas vestidas de negro, muy negro, finalmente llamado Black Metal.
Venom de origen británico con sus portadas demoniacas me tocaron años antes de que el Master of Puppets llegara a mis manos a mediado de los 80.
Hablar de Venom era hablar de por lo menos un círculo de Dante.
Una pléyade comenzó a erigirse en terrenos hasta ese momento desconocido y misterioso.
Vacas sagradas como Iron Maiden y Judas Priest resultaban ligeros en comparación con los sonidos fabricados en callejones oscuros en que los riffs de estos despiadados se apoderaban de nuestras almas.
Años antes de su Symphony from Destruction David Mustaine y su corporativo Megadeth ya le habían robado a Metallica parte de su esencia, para ascender como una temible banda que fue superlativa en el desarrollo de la corriente.
Testament, Metal Church, Manowar y Mercyful Fate comandada por la descomunal presencia de King Diamond aparecían en mayor volumen como portada de Conecte y Rock Pop , que de Pop ya no tenía nada por lo que se le agregó la palabra Heavy Metal.
El golpe era mortal, asestaba voltaje extremo en cada seso expuesto a esta corriente. Se fundaban las bases de un reino cruel y descampado.
De ese mundo perplejo Metallica nació y evolucionó hasta ramificarse en la banda mas popular entre las masas, por su indiscutible calidad.
De ahí que su presencia por enésima ocasión en México escribe un nuevo pergamino en el libro de los muertos, de los sacrificios gloriosos que tantas bandas ingirieron en esos años olvidados para dejar sus nombres inscritos.
Nombres que fueron cayendo a lo largo de los años.
Como un hijo de Lucifer Metallica se despojó de mucha de su esencia el mes de agosto de 1991 cuando decidió lidiar con pautas comerciales.
El album negro paradójicamente dejó de lado muchas sombras para exponer una luz que quemó la piel de muchos de sus fans.
Los tiempos de And Justice y Masters quedarían confinados en el tiempo.
La explosión derivó en una nueva era para el Heavy Metal.
Pensamientos que inevitablemente recorrieron cada rincón de mi memoria al momento que el metro arriba a la estación Centro Médico que este viernes adquiere síntomas de preludio infernal en cada vagón.
Playeras negras con símbolos ancestrales confluyen en el túnel que nos va llevando al ritual obligado para quien se precie de escuchar heavy metal.
Algunos corren, otros lo intentan pero la imagen de Raven en el pecho sujeta inconscientemente las piernas que no son tan ágiles como lo fueron en los años gloriosos del chopo.
De cualquier forma ya sea en velódromo o en ciudad deportiva comenzaremos a recorrer la última milla para ingresar al templo en el que Metallica reverdecerá su propuesta que vive tres décadas posteriores a su nacimiento.
El legendario Iggy Pop está desafiando al padre tiempo cuando las luces lo despiden y retratamos en nuestras agendas mentales su imagen frágil para la eternidad.
Stay Hard Iggy!
La amenaza de lluvia quedó en eso al momento en que Metallica apareció tras el marco sonoro del maestro Ennio Morricone, Ectasy of Gold, de la cinta Ii buono, il brutto, il cattivo del gran Sergio Leone.
De una apoteosis visual a otra.
Metallica explota frente a los 60 o 70 mil que decidimos que el del viernes sería el mejor concierto de la baraja. Lo fue? No importa.
Con una M y una A de escolta el poder de la banda se muestra intacto en el escenario.
Hardwire ! Y estallan los cuatro astros como si hubieran sido extraídos directo de las coladeras que los vieron nacer.
La supervelocidad es todavía sensata en toda la extensión de la palabra.
1984. Ride the Lighting, por muchos años mi obra favorita de Metallica y con el tema FWthBells,,,me transportó al pleistoceno del cuaternario.
Era imprescindible en aquellos años fortalecer el cassette con esos riffs.
Fuel evoluciona en segundos lo que fueron años. Unforgiven lo constata.
El álbum negro es como sea una joya imprescindible.
El trayecto por la nueva obra se ajusta a la historia; cada uno - de los 5 golpes- mantuvo la influencia, la esencia, el corazón que Megadeth pareció regresar en Now that We're Dead.
Con un célebre paso al génesis de Metallica en en antiguo y nuevo testamento, No Remorse y Sad but Thru, quedamos listos para recibir los ataques del "Little Boy" hecho música. Bombas sobre nuestra humanidad.
La pieza que podría ser tallada en la tumbas de esta banda, One con el lujo y solemnidad que rodea al último gran hombre que porta rifle en su camino a la guerra , seguida de Master Of Puppets con ese coro frenesí que retumba hasta el palacio de los deportes. Dos joyas de alto octanaje.
El agua del este rio rojo aun da mas y si proviene del pozo es locura en ciernes.
Fade to Black, con esa acústica por la que me enraicé en tiempos idos.
Sk and Destroy y Battery, una inquisición dictando finales al pueblo, con travesaños sobre los hombros que pesan y arden.
El delicado sonido del martirio, Nothing Else Matter....
El cielo es aun mas oscuro en la unidad de las guitarras como preámbulo del golpe de la batería.
Castillos y dragones sobre el foro que está despidiendo a sus colosos en medio de una ciudad derruida por las guitarras mas poderosas del orbe.
Metallica se va...
Marchando a través de Enter Sandman y dejando constancia de que son la representación fiel de la cámara de los horrores que protagonizaron junto a viejos soldados que los acompañan en cada fumarola que despiden a la velocidad del rayo.
Memorable.
