lunes, 3 de septiembre de 2007

BLACK SABBATH (HEAVEN AND HELL)



30:08:07
La banda es diferente a las últimas que han pisado este recinto, hoy convertido en santuario. Tanto la que va a tocar como la que va arribando.
Poco que ver con lo sucedido hace una semana cuando Scorpions ofrecía un gran Hard Rock en gama multicolor. Hoy los colores son sólo uno y no habrá baladas, de ningún tipo. El color es uno, es negro y la música es el origen del metal creado hace casi 40 años por la mano izquierda de Tony Iommi.
La historia es conocida y todos sabemos que veremos a Black Sabbath, el oscuro Sabbath, con sus riffs pesados y el compás lento que marcará la batería.
Sabemos que la legendaria banda de culto que esta noche se hace llamar Heaven and Hell. También sabemos que el concierto se centrará en material que se compuso junto a Ronnie DIO, el remplazo de Ozzy a fines de los setentas, perteneciente a ese pedazo de acetatos de acetatos Mob Rules y el que da nombre a la reencarnación, Heaven and Hell.
La plaza pública ya está llena y me recuerda a las mañanas rockanroleras del tianguis del chopo, con el sello del metal en las muñecas, en las botas y en las chamarras de tela amotinadas por cientos de parches. No hay definitivamente ambiente "Ice Cream" por ningún lado, esta vez no.
En punto de las 8:30 de la noche las luces se apagaron y el respetable -en donde los menos eran ciertamente respetables- enloqueció. Las luces totalmente apagadas y un sonido al fondo que no alcanzaba a definirse de la mejor manera, como sonidos guturales del averno a punto de hipnotizarnos.
Expectantes, todos mirábamos hacia el escenario esperando que en efecto Sabbath trajera consigo la iglesia para el ritual, para la misa por tantos meses esperada. Y así fue, la especie de iglesia /gótica frente a nosotros, con la bóveda hacia el infinito y las cruces sustituyendo a los vitrales entre las ventanas…enorme Sabbath.
De ahí comenzaría a surtir efecto el metal duro de la banda. E5150 (Evil) abriría las puertas del infierno rockarolero en la próximos noventa minutos. Ahí estaban frente a nosotros los cuatro ángeles de metal vestidos de negro.
Mob Rules machacó nuestros cerebros y nos permitió poner ya énfasis en cada uno de los músicos, desde el rudo Appice en la bataca, hasta el histórico Tony Iommi, un guitarrista legendario por donde se vea. Claro! Junto a ellos uno de los jefes de las vocales metaleras de todos los tiempos, Ronnie James DIO, así como el guerrero del bajo Gezzer Butler. Que bandota!
Con el escenario que tanto me hizo recordar el poster de la Profecía, con las rejas y la neblina de fondo, SABBATH seguía dándole a los fans cargas desenfrenadas de bajo, guitarra y batería. El Auditorio prácticamente a toda su capacidad gesticulando hacia delante como guerreros en pié de lucha.
Children of the Sea nos permitió encontrar de la mejor forma a DIO, impecable y sumamente carismático, uno de esos músicos que solo o acompañado es aceptado con los puños en alto.
La batería seguía siendo aporreada por A--ppi--ce, apareció un solo muy espectacular, mientras SIGN OF THE SOUTHERN CROSS VOODOO, COMPUTER GOD, FALLING OFF THE EDGE OF THE WORLD, nos preparaban para la ceremonia de la adoración.
Todos descenderíamos al infierno de la mano de estos jinetes del Apocalipsis, y llevando como himno la famosa Heaven and Hell, de proporciones épicas con un público en plena comunión con los mayores exponentes de Heavy Metal -el verdadero Rock Pesado- de los últimos 40 años. Había que acompañarlos y es cuando la ilusión de bajar con todo y escenario se dio. Las luces se doblaron materialmente formado un triángulo que nos arrojo de un golpee a los confines de la tierra, en donde sólo el idioma de los demonios se habla.
DIO nos transportaba con su voz y su peculiar figura de gárgola, Iommi (A--I--ommi) rescataba los sonidos guturales, Gezzer marcaba el camino y A--ppi--ce arremetía contra quienes se interponían en su camino. El cuento de Horror estaba siendo perfectamente narrado por Balck Sabbath, y los demonios alados cargaban el escenario completo.
Hasta que llegamos al fondo, como si Alan Parker hubiera dirigida la escena del descenso, Angel Heart, bajando junto con nosotros en esa especie de elevador en que se pareció transformar el escenario.
En ese momento Sabbath daba muestras de su capacidad en todos los sentidos: musical, teatral y casi humana. Llevando al metal al extremo y a sus seguidores al delirio, totalmente entregados al mítico intro de Heaven and Hell.
Sabbath cerraría el concierto regresándonos a la tierra y de ahí al cielo, uno que nadie podría definir en ese momento. Pero el viaje había valido la pena y con ese pedazo de rola que es Neon nights ya no habría más. Toda la carga de adrenalina habría que llevársela en las chamarras y en los estoperoles.
Uno de los mejores espectáculos de Rock de los últimos años finalizaba y seguramente pasaran muchos lustros para volver a ver una edificación de estas latitudes.
Salve Sabbath!
Alberto
DEMON LIST:
E5150 (EVIL)
MOB RULES
CHILDREAN OF THE SEA
I
SIGN OF THE SOUTHERN CROSS
VOODOO
COMPUTER GOD
FALLING OFF THE EDGE OF THE WORLD
HEAVEN AND HELL
DIE YOUNG
SHADOW OF THE WIND
NEON KNIGHTS
HEAVEN AND HELL (ENCORE)