9 de febrero de 1969
Cine Tlatelolco
"...quítame las manos de encima simio apestoso!"
El astronauta Taylor habla a los tripulantes de un sueño, de una utopía cifrada a años luz de distancia, una que a través de sus ojos se materializará.
Tierras distantes en las que un nuevo planeta en el futuro mirará horizontes magníficos para reverdecer una nueva sociedad.
George Taylor, verdadero Colón de los nuevos siglos emprenderá un viaje extraño y mítico a tierras desconocidas en el interior del espacio.
Las alas de su nave, triángulos que se encuentran en ángulos perfectos para romper en las olas de la primera vista de este nuevo planeta.
La inmensidad del piélago, desértico azul entre las rocas que lo rodean.
El oxígeno señal inequívoca del condescendiente hábitat sobre el que los tres hombres y su investidura blanca se posan.
Incipiente camino hacia la naturaleza, aquella que está por develar el juego mas peligroso del destino.
La profecía del novelista Pierre Boulle se cumpliría a través de la cinta producida en 1968 por Arthur P, Jacobs, la apocalíptica El Planeta de los Simios.
Una obra que en su desarrollo prepará el camino para eventualmente golpearnos con uno de los cierres mas atemorizantes de la historia del cine, la inolvidable última escena.
Aun en el desarrollo el momento en que Taylor (Charlton Heston) mira incrédulo al orangután en plena cacería montando un caballo portando fusil al hombro, rompe en pedazos cualquier esperanza a la sociedad utópica que había cultivado en su mente.
Desde ahí El Planeta de los Simios arma sus brazos para transportarnos a una sociedad de simios en las que científicos, soldados, generales y sabios rinden cuentas a un pasado que pocos conocen pero al que todos rinden tributo.
Vestigios extraídos del horizonte que oculta detrás del Sol el célebre misterio.
Esta noche los humanos son parte inferior de la cadena evolutiva, una voz extinguida, algo que construye duda en las mentes brillantes de Cornelius y Zira, y siembra miedo en el consejo de ancianos.
De ahí se entrelazan los vínculos entre ambas especies que reflexionan y concluyen para dejar de hacerlo, dudar y finalmente reiterar el intercambio de roles para unos y otros.
Quienes somos y hacia donde vamos...quienes fuimos y como llegamos aquí.
La relación entre Cornelius, Zira y Taylor son epicentro de choque de una cultura extraña e inexplicable sobre la que se derrumbará el mito.
"Taylor, no te va gustar lo que encuentres al final del horizonte..." afirma el Doctor Zaius al momento en que el hombre de los ojos brillantes parece haber sometido esta pesadilla...para ir al encuentro de otra, quizá la mas aterradora.
El oleaje del mar, la playa abandonada acompañan a Taylor en su último recorrido.
Cita que concluye hincado a los pies de una cresta puntiaguda, vértices de una estructura que parece inacabada, derruida.
Es el último signo de una especie que se destruyó a si misma.
Es la utopia inconcebible....
Cesar.
