lunes, 13 de diciembre de 2021

When in New York. Genesis The Last Domino? Tour 2021

Genesis 

5 y 6 de diciembre de 2021

Madison Square Garden, NYC


por alberthall

Fotos CA y alberthall


“Ustedes están aquí, nosotros estamos aquí” : Phil Collins


A principios del 2020 Phil Collins, Mike Rutherford y Tony Banks anunciaron su regreso a los escenarios..

Semanas después se dieron a conocer las ciudades involucradas.

El legendario trío zarparía de tierras inglesas a finales del 2020 produciendo 9 noches en el Reino Unido. 

Como es de todos conocido, la pandemia detuvo esta y todas las giras a lo largo del 2020.


Finalmente la banda arrancó The Last Domino? Tour en el 2021 incluyendo fechas en el norte de los Estados Unidos y sur de Canadá.







Tras cubrir sector Europeo, Genesis aterriza en América en noviembre y algunos tendremos la oportunidad de presenciar los que muy probablemente serán los últimos conciertos de este pedazo de banda que conocí en el lejano año de 1981 vía el disco ABACAB.





Sin dudarlo en cuanto estuvieron a la venta ingresé a Ticketmaster USA y el 7 de mayo llegó el boleto a mi correo electrónico.





La noche del 5 de diciembre está anotada en la agenda.


La elección fue Nueva York por la entrañable estima que le tenemos a esa ciudad y al Madison Square Garden, escenario de múltiples referencias históricas hacia muchos de mis héroes del rock..

La suerte está echada, cita con Genesis dentro de siete meses.

Con  la pandemia encima habrá que cuidarse para poder llegar en plenitud a Manhattan.


Tiempo más que suficiente para re descubrir la importancia de esta banda en nuestras vidas, una que por increíble que parezca jamás ha pisado México, y aun cuando con el rock nos ha dado muchas sorpresas, esta vez se aprecia muy complicado que vayan a llegar.


Por mucho la ausencia más dolorosa de todas las que tengo memoria.


Tiempo suficiente para viajar hacia el pasado y reencontrarse con esa revista Sonido en la que se anuncia el disco ABACAB, se hace referencia a Duke y se asoma uno a la historia completa del grupo, desde 1967 con Peter Gabriel y Steve Hackett  en la creación de los clásicos Foxtrot,  las dos piezas épicas Selling England by the Pound y The Lamb Lies Down on Broadway, su papel clave en la fundación del rock progresivo junto a YES, Emerson Lake and Palmer y King Crimson. 




Columnas que a lo largo de los años se fueron transformando y de las cuales sólo Genesis y los ensambles del maestro Robert Fripp quedan casi intactas hoy día. 


Me dirijo entonces a mis discos sin importar sí algunos temas serán tocados o no en la próxima gira.



Comienzo por ABACAB, recorro hacia adelante, al  We Can´t Dance, un quiebre  y fijo mis sentidos en Genesis- MAMA-  en ese apogeo del rock en México vía la estación WFM Rock Stereo, los videoclip de los sábados en el programa A Toda Música y las revistas que intensificaron las notas sobre nuestros héroes.






La vuelta al maquillaje y excéntricas puestas en escena del maestro Gabriel va a implicar un mayor detenimiento, es la era de máxima creatividad.




Así se fueron dando los meses previos.


Me negué a mirar videos de los fans que asistieron a las primeras noches de la gira.. Si acaso algunas fotos.

El Set List lo miré una o dos veces, no más.

Seguí redescubriendo a Genesis.


Al llegar a And Then there Were Three.. quedé maravillado como la primera vez que escuché en mi walkman ese cassette.


Conforme la fecha se acercaba la ansiedad creció, quizá en mayor medida dadas las restricciones para viajar a los Estados Unidos.

Afortunadamente pudimos  tomar el avión el sábado 4 de diciembre a la 1:00 am y llegar por la mañana a la Urbe de Hierro. 

De inmediato al Madison Square Garden para conseguir boletos de la segunda noche, la del lunes 6 de diciembre.

Como suele suceder conforme se acerca el concierto se liberaron buenos lugares por lo que seremos doblemente afortunados.


El Concierto.


Cerca de las 6:30 pm llegamos a la “Arena de conciertos más famosa del mundo “, al Madison Square Garden. Se proyecta el nombre de Genesis en las pantallas externas en todo su esplendor.

Estamos a dos horas de ser testigos de una de las reuniones más esperadas por los fans del rock clásico.


A las 7 pm ingresamos al  lobby del recinto  tras la revisión del certificado de vacuna y filtro correspondiente


Una belleza observar los puntos de venta de la  mercadotecnia Genesis. 

Tras la compra de cajón - programa y gorra-  nos dirigimos a los lugares que van a pasar a la historia.


En punto de las 8:20 pm aparece Genesis en escena.


Phil Collins tal cual lo vimos hace dos años en el Auditorio Nacional con la fragilidad a cuestas pero con la fuerza interna suficiente para seguir en los escenarios.

Sus contemporáneos Mike Rutherford y Tony Banks en perfectas condiciones, extraídos del Hollywood Bowl de hace 14 años.

El guitarrista Daryl Stuermer acompaña a Genesis desde mediados de los años 70,  y luce en plenitud.

Finalmente la apuesta Genesis a la batería que por años cubrió el morenazo Chester Thompson en mancuerna con Phil Collins,  recae en Nic Collins, el hijo de Phil.

No habrá dos baterías, será Nic y Nic.

Como agregado dos varones en los coros apoyan a  Phil Collins en la travesía vocal.


¡Genesis!


Behind the Lines abre las acciones sonoras y nos deja perplejos.

Que maravilla de introducción en sintonía con el juego de luces.

Valió la pena no mirar videos previos. 


Nic en sus primeros rompimientos de platillos muestra porque es el elegido para sentarse en el lugar que su padre ocupó por décadas. La batería suena descomunal, el sonido Collins inconfundible con los parches flojos, produciendo  el eco sonoro tan característico en la obra de Genesis y del propio Collins.


Daryl nos introduce en la carrera progresiva mientras Rutherford se separa de la gloria para quedarse con el poder del bajo en este tema .

Banks va  a orquestar una noche de ensueño.


Behind the Lines se vincula sin cortes con Turn it On Again otra maravilla que por años fue pieza introductoria para dejar viendo visiones a los fans.


Es cuando aparecen por primera vez en la gran pantalla los tres.

Es la locura 

El legendario trío frente a nosotros 



Golpes directos a la mandíbula y sólo van dos temas. Que demonios nos depara.


Suena MAMA, del disco que fortaleció a Genesis en el 84, en mi mente el video que miraba en A Toda Música, junto a That's All que aparecerá  en modo acústico más adelante.






Land of Confusion siempre atractiva en sus coros, esta vez adaptado en lo visual a los tiempos el Covid, afortunados sobrevivientes en el mundo en el que vivimos.





Home by the Sea en sus dos fragmentos ,esa pequeña épica inscrita en sus años comerciales captura lo mejor de los dos Genesis, rock poderoso, tenues atmósferas, matices clásicos y luces apoteósicas desafiando la gravedad que siempre me recordarán el álbum en vivo Seconds Out. Magistral 



Es tiempo de mirar hacia atrás, a la época gloriosa del titán progresivo.

Es tiempo de fijar las manecillas en los primeros años de la década de los 70, cuando se crearon las bases del lienzo progresivo.



Extractos de las obras monumentales Selling England by the Pound y  The Lamb Lies Down on Broadway van a recorrer en diversos momentos el viento  de esta noche inolvidable en Nueva York. 


Genesis a estas alturas nuevamente confirma ser un caso único en la historia del rock, aún sin dos integrantes pilar derrumbó paradigmas, se afianzó como una de las bandas más sólidas de los años 80, y es capaz de hacer convivir en buena lid Follow you, Follow Me con Firth of Fifth.


Lograr que I Can't Dance mantenga los honores porque proviene de una joya llamada No Son of Mine.



De Invisible Touch a Dancing With the Moonlit Knight, formas genuinas para vincular el puente de su propia historia a través de un torrente de emociones que inevitablemente nos llevará a The Carpet Crawlers, y de esta forma cerrar una noche inolvidable.


Genesis, una banda que nació en sábanas de seda para adaptarse a los tiempos del plástico y lograr edificar de salida  una de las mejores puestas en escena del rock hoy día.. 


Y vendrán críticas, seguro, pero en torno a esta banda siempre la ha habido.


Desde el mismo momento en que Peter Gabriel abandonó en la cumbre  a sus compañeros y Collins tomó su lugar como front man,  los acérrimos detractores han tenido material para minimizar a Genesis.


Se dirá que la decadencia ronda la vida y obra de Phil Collins.

Pero desde esa silla  que lo limita físicamente  mantiene su mente aún lúcida,  con una digna prestancia escénica  que va más allá de verlo de pie o sentado, malabareando irónicamente un pandero o mirando atentamente a su hijo, Nic, sobre la batería que por años fue suya. 

 

Y desde la salida de Steve Hackett, insuperable para otros tantos, cuando Mike Rutherford tuvo que alternar su genio en cada cuerda que trabaja, incluida la del doble bajo que esta noche nos hizo recordar viejas fotografías. 


Y finalmente el genio serio y discreto de Tony Banks, quien cena en la misma mesa junto a Emerson y Wakeman, uno de los talentos más grandes que ha dado el rock , en quien se apuntala el sonido Genesis de principio a fin.


Y se dirá, y las críticas vendrán, pero  Genesis permanecerá de pie eternamente.




Para Daryl Stuermer el reconocimiento máximo, definitivamente un miembro de Genesis, que no quede la menor duda de ello. El otrora apoyo al cuerpo de la banda se convirtió con los años en  líquido vital que fluye en cada una de las notas que pulsa ya sea en bajo o guitarra. 


Una noche en que la vanguardia de cada disco sigue tan vigente como entonces.

Las dos noches fueron un deleite para los sentidos.


Genesis vive y ello es un placer para miles que crecimos imaginando la caja sonora del quinteto que se transformó en trío, sin perder la magia que nos capturó hace 40 años.


Fuimos afortunados






GENESIS

 El previo


Porque ir a ver a Genesis "Le comenté a Mike (Rutherford) que había participado con George Harrison, lo que nunca le dije es que mi participación fue tocando congas para All things must Pass, que al final fue eliminado de la grabación" Phil Collins cuando ingresó a Genesis. ABACAB Fuerzas descomunales de música comenzaron a cruzarse en mi vida a los 12 años. Pensar que tan solo dos años antes mi relación con la música giraba en torno a Village People, Donna Summer, Cerrone, ABBA, Boney M, y sí acaso Jean Michael Jarre y soundtracks de películas como King Kong y Superman, música con mayores arreglos, es sorprendente. En 1980 las cosas cambiaron y descubrí el Rock. A partir de ahí todas las tardes ya sea frente a los estantes de discos, quioscos de revistas, o en contadas ocasiones frente a la televisión algo nuevo llegaba a mi vista y oídos. Poco a poco los exponentes del género fueron arribando a casa. Una de esas tardes frente al televisor programaron un video. Tres músicos comenzaron a crear una atmósfera que se basaba en un cuadro de batería, bajo y teclado sólido y consistente. El teclado en pequeñas dosis va acaparando el laúd sonoro junto a una guitarra que se alterna cada dos tiempos. La voz, una especie de agobio extraído de las cuerdas vocales me caza de inmediato, es digna de una banda de gran potencial, pero en el pequeña televisor en blanco y negro no ubico al cantante. Finalmente doy con él, El baterista es quien detona esa peculiar voz. Toca con el brazo izquierdo los contratiempos, es zurdo, es pequeño, es diferente.. ¡No es el típico baterista de rock que había visto en bandas previa, se ve tan normal. Al final el video anuncia a la banda, es Genesis y es un trío. Un trío que finalmente se diluye en la pantalla de la televisión. El sonido de este tema me cautivó y traté de ubicar el disco, algo muy complicado para la época en una familia amante de la música pero no familiarizada con el rock. Sin muchas fuentes para ampliar el conocimiento acudí a mis revistas. KISS, AC/DC, Deep Purple, Cheap Trick y YES entre otros ya habían llegado a casa y de manera regular adquirí material editorial de ellos. . CONECTE, la revista mexicana especializada en rock me daría datos semanas después y otra revista SONIDO enriquecería la investigación con perfiles de un disco llamado Duke, En efecto es Genesis, era un trío de músicos ingleses, que al igual que YES fueron precursores de la corriente Rock Progresivo. El baterista es Phil Collins y un cover de The Supremes fue el primer tema que de él recuerdo en plan solista. Con el tiempo fui armando el rompecabezas de su historia y el de la banda. Pero en esos momentos todo era un maravilloso descubrimiento tras otro descubrimiento, en el que los árboles genealógicos de aquellos grandes músicos confluyen en el fino mapa del rock inglés. Finalmente una tarde un amigo me grabó en un cassette AMPEX ABACAB. Que maravilla de sonido y temas.


Fue la puerta de acceso a mi relación con Genesis . La historia a partir de ahí fue creciendo hacia adelante y hacia atrás para encontrarme con esa pléyade de primeros sonidos de la banda con Peter Gabriel y Steve Hackett conformando la era del célebre quinteto. Hacia adelante el grupo fue moviendo sus piezas hacia un rock más accesible y menos progresivo para llegar a 1984 con un disco al que simplemente titularon Genesis. Mama, That´s All, Illegal Alien formaron parte de la barra de videos del programa A Toda Música y de la estación WFM Rock Stereo en la ciudad de México.



Sin perder de vista su pasado, Genesis avanzó como meteoro en los años 80 y Collins, Rutherford y Banks se convirtieron en una de las bandas más fuertes en los escenarios.. Aunque el video Home by the Sea en sus dos partes muestra en su máximo nivel a Genesis, del progresivo fue quedando poco y de la obra de Phil Collins más, incluyendo su psicodélico vuelo en el Concorde en 1985 para cruzar el Atlántico y ser el único músico en tocar tanto en Wembley como el el estadio JFK de Filadelfia para Live AID .

Nunca en su tiempo compré ABACAB ni Duke hasta que una tarde de fines de los años 90 un amigo me regaló un porcentaje importante de la discografía de Genesis en CD y me compenetré finalmente en las luminosas marquesinas de su pasado.

Confirmé lo que los viejos fans me contaban sobre el mito del gran Peter Gabriel y de la fuerza brutal de Steve Hackett, a quienes afortunadamente pudimos ver en México a lo largo de los recientes años. El mismo Phil Collins dictó nota en una sui generis batería en 1994. Músicos que en su tiempo conformaron una de las bandas más lúcidas en fertilidad musical.

Junto a dos grandes que lamentablemente me parece nunca pisaron México, Tony Banks y Mike Rutherford. Cuarenta años después de que la televisión en blanco y negro que aun poseo me abrió la puerta de ABACAB, el tiempo de decir adiós está cerca. Phil Collins en su última visita a México ya no tocó la batería y aun cuando su voz se esmera, es un hecho que la última pieza de este dominó de proporciones épicas está por fijar su última jugada. El telón caerá tal como lo profetizó su disco de 1978 …And Then There Were Three, aunque no aún, dejemos que ABACAB de una vuelta más al tornamesa. O quizá dos.

 



martes, 2 de noviembre de 2021

Chucky 2021

Hola ,soy Chucky  ¿quieres jugar ?

 


La que más disfruté fue Chucky III.

 

El muñeco diabólico ya era una celebridad al iniciar la década de los años 90 cuando acudía al cine entre dos o tres veces a la semana y muchos héroes y monstruos arribaban a la pantalla grande. Entre las nuevas versiones de  Batman y Frankenstein, Chucky se mostraba como la cara B de un terror sarcástico.

 

En la tercera parte Andy, el niño al que le había caído el regalo del Child 's Play en 1988, era un incipiente adolescente estaba confinado en una escuela militar. Hasta dicha escuela  llega el mismísimo muñeco poseído por el triste célebre Charles Lee Ray.

 

Las siguientes cintas fueron realmente malas, la originalidad se había perdido por completo y de salto en salto el prestigio de la creación plástica de Kevin Yagher se vino abajo.

Hijos y novias de Chucky pasaron frente a la pantalla sin pena ni gloria.

 

Finalmente el el 2013 aparece La Maldición de Chucky para regresar a la historia la fuerza de su concepto original. Le sigue El  Culto de Chucky en el año 2017 y las cosas se mantuvieron estables.

 

El guiño y la arrogancia expuestas en esa  pequeña figura mortífera estaban de vuelta.

 

Una nueva producción  hace dos años se lanzó bajo el título original Child's Play, un intento por modernizar a la mítica figura. Se queda a la mitad en mi opinión.

 

La buena noticia para los seguidores de este personaje es que acaba de estrenarse en la plataforma Star Plus una serie basada en la figura de látex, en Chucky.

 

El primer episodio cautiva dado que Chucky es adquirido esta vez por un adolescente incomprendido por su padre y agredido por muchos de sus compañeros. La vulnerabilidad de este joven Jake Wheeler es detectada por el inefable Charles Lee Ray quien bajo la supuesta figura del juguete inocente detonará una serie de crímenes a diestra y siniestra.

 

Sin duda una buena apuesta para una de las figuras más reconocidas del celuloide de los últimos treinta y cinco años.

 

Bienvenidos a Hackensack

 


lunes, 25 de octubre de 2021

Bauhaus

 

Bauhaus  

23 y 24 de octubre 2021

Parque Bicentenario Ciudad de México

¨Nosotros usamos luces blancas y negras, las de colores son para árboles de navidad¨ Peter Murphy 1979


Peter Murphy cual Nosferatu en la cinta de F.W.

Murnau filmada hace un siglo, incita en su vaivén a hacer creer a sus fans que los Vampiros sí existen y son eternos.



 Esa es la impresión que dejó Bauhaus esta noche, cita originalmente pactada para celebrarse entre las viejas paredes del Frontón México y que finalmente se ejecutó en el Parque Bicentenario entre la tierra y la bóveda nocturna, sin escudos.

Temibles meses pasaron bajo los puentes de un mundo cambiante para llegar a la apertura de un concierto en la nueva era.




Le tocó a Bauhaus y a nosotros ser testigos de ello.

Referente directo de los años en que Londres se resistía a ser musicalmente arrastrada por las modas de una nueva década, Bauhaus enfrenta los augurios de la muerte del Punk para trasladarlos a una sonora distorsión detonada por la guitarra de Daniel Ash para fusionarse con la energía sin par de Peter Murphy y lanzar una propuesta aun mas negra que los mismos Sex Pistols.

De 1982 para acá el terciopelo negro y las luces blancas y negras de sus conciertos propagan el mensaje.

 Una verdadera secta de fieles se dio cita para gritar menos que en el Cine Ópera en el lejano

1998 y concentrarse mas en lo que está presenciando.

Es claro que estamos mirando a una de las bandas mas legendarias de la historia del rock, sea cual sea la afiliación musical original de quienes juzguen el concierto.

 

Envuelta en sombras, la noche imprescindible de una nueva era a través de la cual Bauhaus emerge con el poder sus propios mitos y leyendas sellados en piedra.

 

La cultura- no sólo la arquitectónica- le debe mucho a los discos que grabaron Peter Murphy, Daniel Ash, David J. y Kevin Haskins. Zona de honor para quienes resistieron la oleada plástica de los años 80 y se mantuvieron en lo profundo de la tumba de Bela Lugosi, trastocada de rosas aparentemente muertas como lo dicta el tema raíz de su vida, sin darle oportunidad a falsas luces.

Al final de la noche los tributos a los Reyes y Reinas del bajo mundo como diría Billy Idol.

Iggy Pop y el maestro David Bowie son dagas profundas en el corazón de Bauhaus y queda de manifiesto en el propio manifiesto.

Lo acontecido después de Ziggy Stardust es historia contada y vivida que sigue siendo testigo de aquella era de resistencia.

 

Las luces se fueron extinguiendo mientras las cuatro figuras descienden a los mundos de los cuales emergieron.

Todos nos miramos satisfechos sin importar que el viaje no tendrá retorno.

 

Memorable noche.  

 

Fotos Daniela Larios y Alberthall

 

 

sábado, 9 de octubre de 2021

KANSAS

 KANSAS INTERMINABLE SINFONÍA.


PROXIMAMENTE 

YES- The Quest 2021

Mis seis eras con YES 






Del Classic YES a The Quest
En el mes de abril de 1982 finalmente tuve contacto con el primer disco de YES que compré. 

Fue gracias a la revista SONIDO editada en la ciudad de México. 
En la sección Discomania presentaba las novedades discográficas del mes y en esa relación apareció el disco Classic YES, un recopilatorio del grupo inglés que recientemente había descubierto en la estación Radio Hits de la frecuencia modulada (FM).

Aun cuando en ese disco de fantástica portada no apareció la canción que había escuchado en la radio, fue el primer acercamiento a la música de YES.

La primera era 

A partir de ahí transitamos de manera paralela caminos hacia el pasado y hacia el futuro.
Logramos comprender la importancia de esta banda en los años 70 como parte del movimiento de Rock Progresivo inglés, adquiriendo gran parte de su obra generada entre 1970 y 1980, siendo fundamental la llegada de la trilogía The Yes Album, Fragile y Close to the Edge  a mi vida. 

A lo largo de 1982 y apuntalados por los temas que se asomaron en YES Classic, comprendimos el poderío del grupo
Junto a Drama que había llegado a la par de Classic, quedaba claro que el sonido de los años 70 era uno, y el registrado en Drama era otro. 
A través de las primeras publicaciones que leí de la revista Conecte entendí la transición de elementos entre una y otra era.
De la fantástica planta surrealista erigida por Jon Anderson, Steve Howe, Chris Squire, Rick Wakeman y los bateristas Bill Bruford y Alan White, a la propuesta fresca con la incorporación de Trevor Horn y Geoff Downes en 1980. 
Los primeros discos fueron adquiridos fuera de tiempo real, pero como las grandes obras literarias, dispuestos para transmitir lo que fue para comprender lo que es y lo que vendrá.

En 1982 la discografía era sólida, aunque en ese momento se había anunciado el final de YES.


La segunda era.
La nota nos dejó ansiosos.
Rock Pop, la hermana de Conecte anunció el regresó de YES en 1983, a tan sólo dos años de su aparente rompimiento. 
A partir de ese momento comenzamos a esperar el nuevo disco de YES, algo que me mantuvo emocionado por varias semanas..
Fue en Radio Hits, en la estación en que los descubrí en la voz de Héctor Lama - actual locutor de la estación radio felicidad- donde escuché material del nuevo disco.
Owner of a Lonely Heart  fue la primera canción que escuché del nuevo disco e independientemente del cambio de sonido con respecto a los años 70, era YES con algunos interesantes ajustes.
El disco 90125 se convirtió en un fenómeno comercial y en el primer disco que esperamos a que saliera en tiempo real. 
La segunda era terminaría en 1994 cuando los riffs de Trevor Rabin para Big Generator y Talk daban fin a temas ajenos al progresivo. De cualquier forma reconozco que temas como Changes, Our Song, Love Will Find a Way, Walls  y Endless Dreams resultaron no sólo excepcionales, sino claves en el desarrollo comercial que permitió a YES sobrevivir entre 1983 y 1994. 


La tercera era.
En 1991, tres años antes del final de la era Rabin, encontré sin previo aviso una monumental caja de 4 CDS Yesyears  con un libro que recopila lo mejor de YES desde su nacimiento en 1968. Fue un primer acercamiento a lo que sería el retorno de la alineación clásica de YES.
Los conciertos en San Luis Obispo California en 1996 permitieron a los nuevos fans mirar en todo su esplendor al grupo que expuso maestría en los años 70.
Los discos - ya en formato CD - Keys to Ascensions 1 y 2 , y Open Your Eyes fueron los últimos discos que compré antes de ver a la banda en vivo el 25 de mayo de 1998 en el Auditorio Nacional de la ciudad de México.
Una larga historia desde Classic hasta Open Your Eyes llegaba a su fin.
Si bien la banda no llegó con Rick Wakeman en esa primera cita, ver a  Anderson, Squiere, Howe y White fue soberbio y extendió honores a sus fans en México.
La cita y fin de esta tercera era se da el 8 de septiembre de 2002 cuando ya con Rick Wakeman YES toca en México.
The Ladder y Magnification serían los últimos discos con material inédito de punta a punta en muchos años.

La cuarta era.

A partir de este año el tema con YES era verlos en vivo más que esperar nuevas grabaciones.

Si bien se editaron algunos recopilatorios, no representaban realmente un nuevo disco.

La más relevante para mi fue  una preciosa caja de 4 CD llamada In a Word: YES (1969…), material que compila algunos temas inéditos y demos.

La cuarta era precisamente termina en el año 2003 cuando se lanza la colección del 35 aniversario.


La quinta era 


Ya sin Anderon y Wakeman , YES comienza esta era con un cantante Canadiense, Benoit David y finalmente después de años aparece material inédito de nombre Fly from Here. 

Un disco de alta calidad de principio a fin, que años después se reestructuró con Trevor Horn en  vocales, aunque la propuesta de verlos en vivo tocando sus discos de los años 70 en su totalidad restaba  interés en las nuevas grabaciones.

El 16 de julio de 2014- día de mi cumpleaños  se edita el último disco de YES con Chris Squire de título Heaven and Earth,  y con un nuevo vocalista, Jon Davison.


Entre Fly From Here y Heaven and Earth hay un hilo conductor de nombre Geoff Downes el tecladista nacido en The Buggles, que detonó su poderío en Drama  y posteriormente en el grupo ASIA. Sus atmósferas en los sintetizadores aportan gran valor a la nueva música de la banda.  Se logran en ambas obras mezclas acústicas muy bien acabadas sin perder ese juego espectacular producido por Geoff.  

Ni Fly From Here ni Heaven and Earth pierden un ápice la fuerza acostumbrada de los coros, rompimientos y eternos arreglos de viejas glorias.

No es un YES de los 70, sino músicos experimentados y jóvenes avanzando con pulcritud. 


De ambas obras me pronunció más Fly from Here, ya sea con Horn o David. Un acercamiento mucho mayor por razones de origen lógico a la secuencia de lo que fue Drama. El juego de voces de Horn y Squire es memorable en el tema homónimo. 


Heaven and Earth desata tormentas por el manejo vocal de Jon Davison tan similar a Jon Anderon, pero avanza gracias a la brutal producción sin agravios.

Los sintetizadores toman un papel más protagónico con respecto a su antecesor, la línea del sendero es Downes.

En The Game hay momentos de enorme gracia vocal, coros y melodía es una maravilla.


Pero las palmas son para el tema Subways Walls, una digna representación de lo que puede lograr la banda en el nuevo siglo.


El épico inicio de los sintetizadores extraídos de los mejores momentos de ASIA, el bajo llevando el peso del tema como lo hizo en tantas figuras a los largo de los años y el cierre de Steve Howe y Geoff Downes alimentando cada acorde con su máximo talento. Que pedazo de obra.


Una digna obra final de una era en la que sólo uno de ellos permaneció imbatible desde 1968 y se  llamó Chris Squire.


La sexta era

The Quest



El pasado 1 de octubre apareció en Spotify la nueva producción de YES.


Para los románticos como yo que compramos acetatos en los años 70 y 80 es complicado simplemente acudir a la maravillosa plataforma de música en línea y con un click comenzar a escuchar.

Preferí cumplir con mi ritual sagrado y esperar para ir a comprarlo como mandan los cánones, llegar a casa y descubrir poco a poco su interior.  Ustedes saben, revisar el arte de la portada - aunque en tamaño CD limita las fantasías del pasado- las letras , los créditos, y por supuesto hacer un repaso previo de algunos de sus temas, en especial desde el 2011 cuando YES con Benoit David en las vocales editó nueva música, el comentado Fly from Here.


Ritual completo, vamos a The Quest 


The Quest es el primer disco - permítanme seguir utilizando el término- de YES sin la presencia de Chris Squire, lo que de entrada lo coloca en un anaquel especial en la discografía de la banda.

En este momento no vamos a debatir si la banda debe o no seguirse llamando YES o si el contenido debe considerarse parte de su historia.


Con tres soldados partícipes de la era Drama, Howe, Downes y White,  The Quest sube al estrado en este 2021. 

De nueva cuenta miramos un aporte del maestro Roger Dean a la portada, lo cual es siempre un atractivo para la memoria que alucinó con sus míticas portadas pasadas. 


Un paisaje cargado de elementos clásicos de su obra. El árbol protagonista de siempre, las montañas rocosas, y en su extremo derecho una especie de torres muy similares a algunos detalles para la portada Alpha del grupo ASIA. 


En esta ocasión Roger Dean no registró fauna o presencia humana, pere sí una figura espectral, quizá aludiendo la presencia mítica de Chris Squire.

El logo luce precioso con el diseño vitral con un águila incrustada, las letras se encuentran separadas entre sí  como sucedió por vez primera en 1980.
En el catálogo interior se observa el logo a la perfección sobre fondo blanco, acompañado del título del disco. 

Tanto en interiores como en el catálogo de letras se observan borradores a carbón de  Roger Dean que nos remontan a la ciudad blanca de Relayer.


The Quest es el material inédito definitivo de este 2021 tras las grabaciones también inéditas expuestas en el 2019 en el mini album (Vinyl)  From a Page pero con la formación previa compuesta por Chris Squire, Benoit David, Steve Howe , Alan White y el hijo de la leyenda Oliver Wakeman. Temas que no aparecieron en su oportunidad en Fly from Here.

Posteriormente a From a Page se le agregó el concierto registrado en In The Present :Live from Lyon en versión CD y finalmente en plataformas digitales.


The Ice Bridge activa las acciones sonoras de The Quest.


Geof Downes marca el inicio con un intro que de inmediato me hizo recordar Touch and Go de Emerson Lake and Palmer. 

El tema corre en buenos términos su metraje sin variaciones. 


Con Dare to Know nos adentramos a un corte con más sello YES, en instrumentación dirigida a los que se hizo en Magnification con un ritmo que rompe en varias ocasiones. 


Es oportuno mencionar que Steve Howe es el productor del disco por lo que probablemente encontraremos vestigios de su obra solista que data desde mediados de los años 70 y continúa hasta nuestros tiempos. Dare to Know es uno de los tres mejores temas del disco.


A Living Island, llama la atención su estructura trazando una impecable ruta perfectamente equilibrada en cada uno de sus tres actos. Comenzando con Howe, se van incorporando varios mundos de YES, con el inolvidable sello a la voz del grandioso Chris Squire y los buenos tiempos del órgano Hammond,  en la presencia de Billy Sherwood y Geoff Downes. Grandioso tema que no dudo vaya directamente a la tarima el próximo año.


Mistery Tour, de buen talante y uno de los Bonus Tracks, nuevamente llevándome a los tiempos de Magnification, corte con ritmo accesible y con Howe jugando un excelente papel como coro soporte.


El tema de mayor duración es Leave Well Alone con sus 8 minutos..

Ataviado con el talento de Steve Howe y Geof Downes, una línea de bajo y batería que aceleran ritmo en referencia a uno de los capítulos del magno Tales from Topographic Oceans, es un tema  bien logrado y fluido.


The Quest tiene sus grandes y buenos momentos en cada uno de los temas que lo conforman, algunos con mayor influencia de la obra de Steve Howe.

Para los adentrados en su obra solista no habrá mayores sorpresas. Sister Sleeping Soul es el ejemplo perfecto de ello, el tema bien pudo extraerse de Turbulence o de The Grand Scheme of Things, extraordinarios del maestro.

Temas bien trabajados como Future Memories, de ritmo pausado pero con profundo sentimiento en su desarrollo.


En una era digital y menos artesanal, YES encuentra caminos para desenvolverse y seguir transmitiendo su arte, sus texturas e imágenes sonoras.

The Quest  es un trabajo de gran manufactura, digno de la carrera de esta banda tan especial para muchos de nosotros.


La sexta era de mi vida en esta eterna relación con la banda desde aquella tarde noche en la que un incipiente adolescenete escuchó en la radio Run Through the LIght en un modular Gradiente. La sexta era inicia muy bien, espero poder verla en vivo el próximo año.


El cristal a través del cual se asoma el nombre de YES aún permite observar horizontes surrealistas, picos nevados y rocas con ríos que las bañan a la luz a de esto que llamamos amor por la música.