lunes, 13 de diciembre de 2021

When in New York. Genesis The Last Domino? Tour 2021

Genesis 

5 y 6 de diciembre de 2021

Madison Square Garden, NYC


por alberthall

Fotos CA y alberthall


“Ustedes están aquí, nosotros estamos aquí” : Phil Collins


A principios del 2020 Phil Collins, Mike Rutherford y Tony Banks anunciaron su regreso a los escenarios..

Semanas después se dieron a conocer las ciudades involucradas.

El legendario trío zarparía de tierras inglesas a finales del 2020 produciendo 9 noches en el Reino Unido. 

Como es de todos conocido, la pandemia detuvo esta y todas las giras a lo largo del 2020.


Finalmente la banda arrancó The Last Domino? Tour en el 2021 incluyendo fechas en el norte de los Estados Unidos y sur de Canadá.







Tras cubrir sector Europeo, Genesis aterriza en América en noviembre y algunos tendremos la oportunidad de presenciar los que muy probablemente serán los últimos conciertos de este pedazo de banda que conocí en el lejano año de 1981 vía el disco ABACAB.





Sin dudarlo en cuanto estuvieron a la venta ingresé a Ticketmaster USA y el 7 de mayo llegó el boleto a mi correo electrónico.





La noche del 5 de diciembre está anotada en la agenda.


La elección fue Nueva York por la entrañable estima que le tenemos a esa ciudad y al Madison Square Garden, escenario de múltiples referencias históricas hacia muchos de mis héroes del rock..

La suerte está echada, cita con Genesis dentro de siete meses.

Con  la pandemia encima habrá que cuidarse para poder llegar en plenitud a Manhattan.


Tiempo más que suficiente para re descubrir la importancia de esta banda en nuestras vidas, una que por increíble que parezca jamás ha pisado México, y aun cuando con el rock nos ha dado muchas sorpresas, esta vez se aprecia muy complicado que vayan a llegar.


Por mucho la ausencia más dolorosa de todas las que tengo memoria.


Tiempo suficiente para viajar hacia el pasado y reencontrarse con esa revista Sonido en la que se anuncia el disco ABACAB, se hace referencia a Duke y se asoma uno a la historia completa del grupo, desde 1967 con Peter Gabriel y Steve Hackett  en la creación de los clásicos Foxtrot,  las dos piezas épicas Selling England by the Pound y The Lamb Lies Down on Broadway, su papel clave en la fundación del rock progresivo junto a YES, Emerson Lake and Palmer y King Crimson. 




Columnas que a lo largo de los años se fueron transformando y de las cuales sólo Genesis y los ensambles del maestro Robert Fripp quedan casi intactas hoy día. 


Me dirijo entonces a mis discos sin importar sí algunos temas serán tocados o no en la próxima gira.



Comienzo por ABACAB, recorro hacia adelante, al  We Can´t Dance, un quiebre  y fijo mis sentidos en Genesis- MAMA-  en ese apogeo del rock en México vía la estación WFM Rock Stereo, los videoclip de los sábados en el programa A Toda Música y las revistas que intensificaron las notas sobre nuestros héroes.






La vuelta al maquillaje y excéntricas puestas en escena del maestro Gabriel va a implicar un mayor detenimiento, es la era de máxima creatividad.




Así se fueron dando los meses previos.


Me negué a mirar videos de los fans que asistieron a las primeras noches de la gira.. Si acaso algunas fotos.

El Set List lo miré una o dos veces, no más.

Seguí redescubriendo a Genesis.


Al llegar a And Then there Were Three.. quedé maravillado como la primera vez que escuché en mi walkman ese cassette.


Conforme la fecha se acercaba la ansiedad creció, quizá en mayor medida dadas las restricciones para viajar a los Estados Unidos.

Afortunadamente pudimos  tomar el avión el sábado 4 de diciembre a la 1:00 am y llegar por la mañana a la Urbe de Hierro. 

De inmediato al Madison Square Garden para conseguir boletos de la segunda noche, la del lunes 6 de diciembre.

Como suele suceder conforme se acerca el concierto se liberaron buenos lugares por lo que seremos doblemente afortunados.


El Concierto.


Cerca de las 6:30 pm llegamos a la “Arena de conciertos más famosa del mundo “, al Madison Square Garden. Se proyecta el nombre de Genesis en las pantallas externas en todo su esplendor.

Estamos a dos horas de ser testigos de una de las reuniones más esperadas por los fans del rock clásico.


A las 7 pm ingresamos al  lobby del recinto  tras la revisión del certificado de vacuna y filtro correspondiente


Una belleza observar los puntos de venta de la  mercadotecnia Genesis. 

Tras la compra de cajón - programa y gorra-  nos dirigimos a los lugares que van a pasar a la historia.


En punto de las 8:20 pm aparece Genesis en escena.


Phil Collins tal cual lo vimos hace dos años en el Auditorio Nacional con la fragilidad a cuestas pero con la fuerza interna suficiente para seguir en los escenarios.

Sus contemporáneos Mike Rutherford y Tony Banks en perfectas condiciones, extraídos del Hollywood Bowl de hace 14 años.

El guitarrista Daryl Stuermer acompaña a Genesis desde mediados de los años 70,  y luce en plenitud.

Finalmente la apuesta Genesis a la batería que por años cubrió el morenazo Chester Thompson en mancuerna con Phil Collins,  recae en Nic Collins, el hijo de Phil.

No habrá dos baterías, será Nic y Nic.

Como agregado dos varones en los coros apoyan a  Phil Collins en la travesía vocal.


¡Genesis!


Behind the Lines abre las acciones sonoras y nos deja perplejos.

Que maravilla de introducción en sintonía con el juego de luces.

Valió la pena no mirar videos previos. 


Nic en sus primeros rompimientos de platillos muestra porque es el elegido para sentarse en el lugar que su padre ocupó por décadas. La batería suena descomunal, el sonido Collins inconfundible con los parches flojos, produciendo  el eco sonoro tan característico en la obra de Genesis y del propio Collins.


Daryl nos introduce en la carrera progresiva mientras Rutherford se separa de la gloria para quedarse con el poder del bajo en este tema .

Banks va  a orquestar una noche de ensueño.


Behind the Lines se vincula sin cortes con Turn it On Again otra maravilla que por años fue pieza introductoria para dejar viendo visiones a los fans.


Es cuando aparecen por primera vez en la gran pantalla los tres.

Es la locura 

El legendario trío frente a nosotros 



Golpes directos a la mandíbula y sólo van dos temas. Que demonios nos depara.


Suena MAMA, del disco que fortaleció a Genesis en el 84, en mi mente el video que miraba en A Toda Música, junto a That's All que aparecerá  en modo acústico más adelante.






Land of Confusion siempre atractiva en sus coros, esta vez adaptado en lo visual a los tiempos el Covid, afortunados sobrevivientes en el mundo en el que vivimos.





Home by the Sea en sus dos fragmentos ,esa pequeña épica inscrita en sus años comerciales captura lo mejor de los dos Genesis, rock poderoso, tenues atmósferas, matices clásicos y luces apoteósicas desafiando la gravedad que siempre me recordarán el álbum en vivo Seconds Out. Magistral 



Es tiempo de mirar hacia atrás, a la época gloriosa del titán progresivo.

Es tiempo de fijar las manecillas en los primeros años de la década de los 70, cuando se crearon las bases del lienzo progresivo.



Extractos de las obras monumentales Selling England by the Pound y  The Lamb Lies Down on Broadway van a recorrer en diversos momentos el viento  de esta noche inolvidable en Nueva York. 


Genesis a estas alturas nuevamente confirma ser un caso único en la historia del rock, aún sin dos integrantes pilar derrumbó paradigmas, se afianzó como una de las bandas más sólidas de los años 80, y es capaz de hacer convivir en buena lid Follow you, Follow Me con Firth of Fifth.


Lograr que I Can't Dance mantenga los honores porque proviene de una joya llamada No Son of Mine.



De Invisible Touch a Dancing With the Moonlit Knight, formas genuinas para vincular el puente de su propia historia a través de un torrente de emociones que inevitablemente nos llevará a The Carpet Crawlers, y de esta forma cerrar una noche inolvidable.


Genesis, una banda que nació en sábanas de seda para adaptarse a los tiempos del plástico y lograr edificar de salida  una de las mejores puestas en escena del rock hoy día.. 


Y vendrán críticas, seguro, pero en torno a esta banda siempre la ha habido.


Desde el mismo momento en que Peter Gabriel abandonó en la cumbre  a sus compañeros y Collins tomó su lugar como front man,  los acérrimos detractores han tenido material para minimizar a Genesis.


Se dirá que la decadencia ronda la vida y obra de Phil Collins.

Pero desde esa silla  que lo limita físicamente  mantiene su mente aún lúcida,  con una digna prestancia escénica  que va más allá de verlo de pie o sentado, malabareando irónicamente un pandero o mirando atentamente a su hijo, Nic, sobre la batería que por años fue suya. 

 

Y desde la salida de Steve Hackett, insuperable para otros tantos, cuando Mike Rutherford tuvo que alternar su genio en cada cuerda que trabaja, incluida la del doble bajo que esta noche nos hizo recordar viejas fotografías. 


Y finalmente el genio serio y discreto de Tony Banks, quien cena en la misma mesa junto a Emerson y Wakeman, uno de los talentos más grandes que ha dado el rock , en quien se apuntala el sonido Genesis de principio a fin.


Y se dirá, y las críticas vendrán, pero  Genesis permanecerá de pie eternamente.




Para Daryl Stuermer el reconocimiento máximo, definitivamente un miembro de Genesis, que no quede la menor duda de ello. El otrora apoyo al cuerpo de la banda se convirtió con los años en  líquido vital que fluye en cada una de las notas que pulsa ya sea en bajo o guitarra. 


Una noche en que la vanguardia de cada disco sigue tan vigente como entonces.

Las dos noches fueron un deleite para los sentidos.


Genesis vive y ello es un placer para miles que crecimos imaginando la caja sonora del quinteto que se transformó en trío, sin perder la magia que nos capturó hace 40 años.


Fuimos afortunados






GENESIS

 El previo


Porque ir a ver a Genesis "Le comenté a Mike (Rutherford) que había participado con George Harrison, lo que nunca le dije es que mi participación fue tocando congas para All things must Pass, que al final fue eliminado de la grabación" Phil Collins cuando ingresó a Genesis. ABACAB Fuerzas descomunales de música comenzaron a cruzarse en mi vida a los 12 años. Pensar que tan solo dos años antes mi relación con la música giraba en torno a Village People, Donna Summer, Cerrone, ABBA, Boney M, y sí acaso Jean Michael Jarre y soundtracks de películas como King Kong y Superman, música con mayores arreglos, es sorprendente. En 1980 las cosas cambiaron y descubrí el Rock. A partir de ahí todas las tardes ya sea frente a los estantes de discos, quioscos de revistas, o en contadas ocasiones frente a la televisión algo nuevo llegaba a mi vista y oídos. Poco a poco los exponentes del género fueron arribando a casa. Una de esas tardes frente al televisor programaron un video. Tres músicos comenzaron a crear una atmósfera que se basaba en un cuadro de batería, bajo y teclado sólido y consistente. El teclado en pequeñas dosis va acaparando el laúd sonoro junto a una guitarra que se alterna cada dos tiempos. La voz, una especie de agobio extraído de las cuerdas vocales me caza de inmediato, es digna de una banda de gran potencial, pero en el pequeña televisor en blanco y negro no ubico al cantante. Finalmente doy con él, El baterista es quien detona esa peculiar voz. Toca con el brazo izquierdo los contratiempos, es zurdo, es pequeño, es diferente.. ¡No es el típico baterista de rock que había visto en bandas previa, se ve tan normal. Al final el video anuncia a la banda, es Genesis y es un trío. Un trío que finalmente se diluye en la pantalla de la televisión. El sonido de este tema me cautivó y traté de ubicar el disco, algo muy complicado para la época en una familia amante de la música pero no familiarizada con el rock. Sin muchas fuentes para ampliar el conocimiento acudí a mis revistas. KISS, AC/DC, Deep Purple, Cheap Trick y YES entre otros ya habían llegado a casa y de manera regular adquirí material editorial de ellos. . CONECTE, la revista mexicana especializada en rock me daría datos semanas después y otra revista SONIDO enriquecería la investigación con perfiles de un disco llamado Duke, En efecto es Genesis, era un trío de músicos ingleses, que al igual que YES fueron precursores de la corriente Rock Progresivo. El baterista es Phil Collins y un cover de The Supremes fue el primer tema que de él recuerdo en plan solista. Con el tiempo fui armando el rompecabezas de su historia y el de la banda. Pero en esos momentos todo era un maravilloso descubrimiento tras otro descubrimiento, en el que los árboles genealógicos de aquellos grandes músicos confluyen en el fino mapa del rock inglés. Finalmente una tarde un amigo me grabó en un cassette AMPEX ABACAB. Que maravilla de sonido y temas.


Fue la puerta de acceso a mi relación con Genesis . La historia a partir de ahí fue creciendo hacia adelante y hacia atrás para encontrarme con esa pléyade de primeros sonidos de la banda con Peter Gabriel y Steve Hackett conformando la era del célebre quinteto. Hacia adelante el grupo fue moviendo sus piezas hacia un rock más accesible y menos progresivo para llegar a 1984 con un disco al que simplemente titularon Genesis. Mama, That´s All, Illegal Alien formaron parte de la barra de videos del programa A Toda Música y de la estación WFM Rock Stereo en la ciudad de México.



Sin perder de vista su pasado, Genesis avanzó como meteoro en los años 80 y Collins, Rutherford y Banks se convirtieron en una de las bandas más fuertes en los escenarios.. Aunque el video Home by the Sea en sus dos partes muestra en su máximo nivel a Genesis, del progresivo fue quedando poco y de la obra de Phil Collins más, incluyendo su psicodélico vuelo en el Concorde en 1985 para cruzar el Atlántico y ser el único músico en tocar tanto en Wembley como el el estadio JFK de Filadelfia para Live AID .

Nunca en su tiempo compré ABACAB ni Duke hasta que una tarde de fines de los años 90 un amigo me regaló un porcentaje importante de la discografía de Genesis en CD y me compenetré finalmente en las luminosas marquesinas de su pasado.

Confirmé lo que los viejos fans me contaban sobre el mito del gran Peter Gabriel y de la fuerza brutal de Steve Hackett, a quienes afortunadamente pudimos ver en México a lo largo de los recientes años. El mismo Phil Collins dictó nota en una sui generis batería en 1994. Músicos que en su tiempo conformaron una de las bandas más lúcidas en fertilidad musical.

Junto a dos grandes que lamentablemente me parece nunca pisaron México, Tony Banks y Mike Rutherford. Cuarenta años después de que la televisión en blanco y negro que aun poseo me abrió la puerta de ABACAB, el tiempo de decir adiós está cerca. Phil Collins en su última visita a México ya no tocó la batería y aun cuando su voz se esmera, es un hecho que la última pieza de este dominó de proporciones épicas está por fijar su última jugada. El telón caerá tal como lo profetizó su disco de 1978 …And Then There Were Three, aunque no aún, dejemos que ABACAB de una vuelta más al tornamesa. O quizá dos.