"Creedence es una de esas bandas que en la actualidad se escucha mucho y se escuchará más dentro de treinta años". Elvis Presley.
Si quedaba duda alguna, esta noche quedó desterrada de mi mente. Creedence era la banda más popular en México a fines de los 60’s y principio de los 70’s...un nombre que marco pastas de cuadernos, árboles en bosques secos, el sweater en la vocacional.
En esos mundos se movió el tema “Molina”, y esos mismo mundos abarrotaron el Auditorio Nacional esta noche.
“Creedence realmente era la neta ¡” podría haberse escuchado al finalizar la tocada -con Creedence no conviene decir concierto, es demasiado formal para los oriundos del Cerrito California- un palomazo de esos que te provocan el salto, el baile, los gritos. Hace tiempo que no escuchaba esos gritos más cercanos al Tri de Lora, tan parecidos en estilo y esencia... de sus fans.
A las 8:30 en punto comenzó el viaje, con psicodélicas luces de fondo y la presencia de los dos Creedence que se quedaron con las dos terceras partes del nombre y dejaron a Fogerty en su carrera solista. “Cosmo” Clifford y Stu Cook, las dos piezas de la sección rítmica. En excelente forma, con un punch de banda rockanrolera de buen añejamiento.
A su lado un cantante extraordinario, con toda la fuerza Harley Davidson en sus cuerdas vocales y un acento sureño ideal para la banda; además simpático el tipo. La lira en manos del más joven, un gringo que se echó a cuestas los CINCUENTA AÑOS que tienen de conocerse Clifford y Cook, y desde que unieron talentos en la secundaria para elevar el humo en al agua. como diría Deep Purple , y transformarlo en la lumbre que se prendería bajo el sonidazo CCR algunos años después.
Los teclados en manos de un personaje tan parecido al interpretado por Kaine en los Niños del Hombre de Cuarón, para que se den una idea de lo formales de los tipos. Ja
No olvidó las polémicas entre los fans Stones y Creedence sostenidas en la Conecte ya con los setentas de salida. No olvido las portadas de los Creedence vacilando en los armarios de los estudiantes del 68...
Y la música como estandarte, rola -tampoco se vale decir temas- tras rola, el público se entregaba como loco, de menos a más hasta que Midnight Special nos hizo ponernos de pié, bailar , cantar y recordar a las novias de ayer, la gabardina negra de los tíos , los lentes de armazón duro.
Y así desfilaron todas las que tenían que estar, desde la orgullosa María, hasta la maravillosa have you Ever seen the rain... que grandes rolas, imprescindibles como todas las demás. El Auditorio se caía, por una simple razón, ahí estaban los fans de corazón, esta vez no hubo lugar para quien no tuviera grabado en el pecho la CCR, en menos o mayor intensidad.
Así nos aventamos toda la costa Californiana junto a estos cuates que se saben los cuatro compases a la perfección, conscientes del poder de sus rolas, de la influencia de las mismas en toda una y mil generaciones. o hay algo que decir después de ver a tantos jóvenes de menos de 30...?
El rey tenía razón, los Creedence siguen siendo la neta ¡ yeahhh!
