lunes, 30 de enero de 2012

Drive (2011)

Drive (2011) Dir. Nicolas Winding Refn





Como Director ganador del festival de Cannes, Nicolas Winding nos lleva a encontrarnos con “Driver”, un hombre solitario, frío y calculador que pocas veces expresa sus sentimientos. Aflora una leve sonrisa pero se mantiene inerte ante cualquier estímulo.

Su vida parece dar un giro cuando conoce a Irene y a su hijo Benecio. Afloran entonces algunos sentimientos y logramos percatarnos de los genuinos sentimientos de “Driver”.

El frenesí inicial con que se nos presentan en los primeros minutos, nos arrojan enseguida una cinta nada convencional, por momentos densa que explota con grados altos de violencia explícita – también llamada estilización de la violencia- cuando menos lo esperamos.

Es “Driver” un tipo duro con semblante amable, y ahí radica mucho del éxito de la cinta. El protagonista no atrapa en esa doble personalidad que va desarrollando en la historia, hasta sentir una verdadera compasión por él, tristeza.

Con rasgos característicos que hemos encontrado en cintas de Tarantino y el cine de mano dura de Scorsese, “Driver” es una obra digna de ser ataviada con las mejores críticas.

Una mezcla entre Taxi Driver, Perros de Reserva enmarcados por situaciones límite del mundo Kubrick. Extraordinaria!!!

sábado, 28 de enero de 2012




We Need to Talk About Kevin (2011) Lynne Ramsay

Eva parece decirse así misma..”soy la persona equivocada, en el lugar equivocado , con la vida equivocada y con el hijo equivocado”.

Los recuerdos que parten del mismo momento en que ella mantiene una relación con el que será su esposo y padre de dos hijos, Franklin, llevarán a recorrer su vida, pero nunca de manera lineal. Los recuerdos inmersos en su mente darán forma al desarrollo de esta magistral cinta.

La cinta inquieta al espectador desde la primera escena en la que se observara a Eva bañada de fragmentos de carne, vísceras, en una especie de orgia y tributo al color rojo en pantalla. Escena que perturba y plasma la primera de muchas preguntas, más aun cuando inmediatamente el color rojo se traslada a la fachada de una casa en la que se ve a Eva completamente diferente, ausente, acabada y emocionalmente afectada.

Ella deberá entonces darnos respuesta a las interrogantes que flotan en nuestras mentes, a partir de lo que la suya irá mostrando. Y el ciclo comenzará a formarse con la llegada de Kevin, su hijo un barón sobre el que se nos irán los ojos y probablemente el alma.

Kevin muestra desde el inicio un rechazo directo hacia su madre. El suspenso cobra entonces forma al darnos información que los protagonistas en tiempo real no conocen. Entre la serie de recuerdos que van trazando la cinta, se observan elementos que nos hacen pensar en la tragedia, en acciones que serán reflejo de lo que está sucediendo entre Eva y Kevin. Y sin embargo y pese al acertado y no manipulable título de la cinta, “nadie se decide a hablar de Kevin”. Tanto Eva como Franklin se mantienen al margen de tomar en serio las acciones que saltan a la vista y que muestran a Kevin como un niño y posteriormente adolescente problemático, pero claro, ellos no tienen la información que el espectador va acumulando.

Franklin es un buen tipo, aunque quizá demasiado ausente, todo parece quedar entonces en manos de Eva, quien cada vez se muestra mas atormentada y desesperada ante la relación tan conflictiva que vive con su hijo y más aún cuando la pequeña Celia nace dando forma a la familia.

Al avanzar la cinta somos testigos de situaciones realmente perturbadoras que nos roban la tolerancia de manera total. Kevin ya no es un niño, es prácticamente un adulto y Franklin o mejor dicho Eva tendrán que lidiar con situaciones límite.

“Necesitamos hablar de Kevin”, es una cinta cuyas estrategias de seducción narrativa son utilizadas de manera excepcional, en la que Tilda Swintonen (Eva) muestra su máximo potencial como actriz. Desde el suspenso hasta la sorpresa, se transmiten muchos estados de ánimo que terminan por ponernos en conflicto a todos los que estemos en la sala de proyección y que ella como eje narrativo de la historia, proyecta en cada escena.

Las preguntas serán desde luego resueltas, pese a los engaños, equívocos y estrategias puestas a manera de pistas frente a nosotros, enfrentaremos un final que nos dejará helados de pies a cabeza.

domingo, 15 de enero de 2012

J. EDGAR

J.Edgar (2011). Dir. Clint Eastwood.




Es inevitable.

En cada escena que se muestra en la estupenda cinta J. Edgar, imaginé al legendario Clint Esatwood sentado, de pié, exigente, complaciente, instruyendo a Leonardo Di Caprio, Judi Dench o a Noami Watts en sus papeles como parte de la historia sobre uno de los personajes más controvertidos de la historia del los Estados Unidos en el Siglo XX. Nos referimos desde luego a J.Edgar Hoover.


En 1924 Hoover es nombrado director de la agencia de investigación conocida como FBI, y así se mantendría hasta su misma muerte, recorriendo ocho administraciones que lo veían como parte fundamental de cada gobierno.

Luchó contra socialistas, rebeldes, y de igual forma reprimió la lucha de derechos civiles, en busca de “proteger al país de invasiones extranjeras”.

Eastwood revive entonces pasajes de la historia de este hombre basando la crónica en las cuartillas que el personaje principal va dictando a lo largo del filme a manera de estar elaborando un libro sobre el FBI. De ahí que de manera lógica se mezclen escenas de la niñez y juventud de Hoover con el hombre maduro que alcanzó el máximo poder y que se asomaba al balcón de su oficina para ser testigo del ingreso de un nuevo presidente en la historia americana.

Desde luego que la historia remarca la personalidad de Hoover, la relación dependiente con su madre y su propia sexualidad que ha sido cuestionada por siempre y que Eastwood de manera magistral trastoca de manera sutil y precisa.

Siempre asociado al poder político que lo encumbró, por su capacidad y a las convicciones que equivocadas o no – queda clara su frágil condición humana frente al televisor cuando Luther King acepta el premio novel de la Paz, o frente al secuestro del hijo del Lindbergh - lo llevaron a establecer mejoras en el sistema de seguridad nacional. La ciencia al servicio de la investigación policiaca, menciona en muchos pasajes de la cinta.

En el papel de Edgar Hoover, Leonardo Di Caprio literalmente se apropia de la vida del connotado Director del FBI, transmitiendo lo mismo las inquietudes del joven, que la desolación de su vida al aceptar crueles ideas impuestas por su madre. Un genio atormentado que Di Caprio genera de manera espectacular.

Todo el reparto brilla, en especial me quedo con el magnífico trabajo de Armie Hammer, como asistente y mano derecha de Edgar Hoover. Es en mi opinión quien equilibra el tema político con el desarrollo de la vida íntima de Hoover.

Para Clint Eastwood un encuentro con lo que mejor logra en la pantalla, transmitir niveles de sensibilidad al espectador en base a personajes bien delineados. Superior en mi opinión a “Hereafter” y del nivel de Invictus, por citar las últimas realizaciones.

Por estar basada en una biografía no estoy seguro de los alcances de esta cinta en los festivales que se aproximan, sin embargo es digna de ser considerada una pieza con la capacidad de seducir a millones en el planeta. Excepcional!

miércoles, 11 de enero de 2012

PRESAS DEL DIABLO

Presas del Diablo (The Ward) 2010. Dir. John Carpenter.



Lo último que había visto de John Carpenter había sido un descomunal corto de la serie Masters of Horror titulado Cigarrette Burns, una verdadera joya del terror más ácido del que tenga memoria.

Bien, 5 años después el legendario Director de Halloween, Christine, y desde luego la inolvidable Escape de Nueva York entre otras muchas regresa a las salas de cine con “Presas del Diablo”, un trabajo interesante que explora el tema de personalidades múltiples que me llevó irremediablemente a recordar “Identidad” protagonizada por John Cusack.

En esta ocasión Carpenter centra su foco en una especie de manicomio en donde 5 jóvenes se ven atacadas por un espectro mitad ficción y mitad realidad. Pese a estar rodado en un 90% en habitaciones y salones de hospital, se logra la dinámica necesaria para ejecutar buenas persecuciones y la intensidad que provoca las repentinas apariciones de esta especie de ente diabólico.

Carpenter desde luego se sabe de memoria las técnicas del terror, los movimientos de cámara, los ritmos y la fuerza de la música exhibida como soporte de las escenas.

Presas del Diablo es una cinta obligada para los amantes del género, aunque ciertamente no encontraremos una propuesta tan novedosa como sus antecesores clásicos pero si los suficientemente sólida para mantener en vuelo el prestigio de este Director.