miércoles, 20 de septiembre de 2017

19S/17

19S
2017


El día transcurría normalmente.
Revisando documentos, atentos a los proyectos en desarrollo, correos enviados y recibidos.


Desde las 8 am estaba presente en Parque Vía, edificio en el que había experimentado dos o tres temblores en los años anteriores sin mayores consecuencias.
El susto había quedado archivado en anécdota y el tiempo pasado en el olvido.


Esta vez sería diferente.


Es la ironía de la vida...es el septiembre de mi recuerdo del 11S
Es la ironía de la vida ,,,es el recuerdo de 1985
Es la ironía de la vida...hoy es nuevamente 19 de septiembre
Es la ironía de la vida... nuestras oficinas no eran parte del simulacro de aniversario.
Es la ironía de la vida...


Estaba revisando un documento de registro para la IFT, cuando de pronto así de golpe se movió el escritorio, la silla...
Los ojos de Vero mi amiga de tantos años y los míos se cruzaron y afirmaron en silencio lo inminente, el temblor.


De inmediato a portar el chaleco de brigadista y a poner en marcha el A B C que nuestra área de seguridad nos ha transmitido en los recientes años.


Mientras caminábamos a los puntos de seguridad del piso 14 el movimiento telúrico aceleró su ritmo, su insistencia, su pulso sobre nosotros.
Cada vez mas fuerte, en direcciones contrarias, con energía, muy diferente a cualquier otro posterior al del 85.


Este no era un temblor, no era una movimiento con cadencia, no era una anécdota pasajera...este era un corte con perfil temible y rostro que pensamos olvidado y ajeno.
Pero había vuelto, de una forma tal que nunca imaginamos, uno que nadie quería volver a mirar.


En 1985 no estuve en el Juárez, en Televisa, en los edificios insignia ubicados en Tlatelolco, ni en el Hospital General ni en el Regis, ni en los multifamiliares...


Hoy finalmente alcancé a comprender la magnitud, no desde luego en una forma tan dramática como tantos otros lo vivieron.
Hoy los segundos fueron horas y las horas una amenaza terrible sobre nuestras fragilidad como seres humanos.


Esos tres o cuatro minutos nos colocaron en un péndulo de concreto de 14 pisos, en un vaivén que nunca vamos a olvidar.
La magnitud no importa, la intensidad es al final un número frío.


Nadie calcula los puntos y décimas de la escala cuando las paredes juegan contigo como si fueras un dado sobre una mesa de juegos.
La naturaleza por mas golpes que insistimos en propinarle sigue siendo superior a nosotros y hoy lo volvimos a constatar.
Fueron minutos de temor y angustia.


En el papel de Paco y el mío, dos chalecos color naranja trataron de transmitir tranquilidad a los compañeros.
Pienso que cada uno tiene la libertad de expresar su sentimiento y que nuestra labor es simplemente respetar esa libertad, conducir de la mejor forma posible la psicosis que de manera natural se propaga.
Es respetar las lagrimas, la seriedad, la desesperación, la incertidumbre, sin que ello transgreda el objetivo fundamental: salva guardar la integridad del quien se encuentra en el piso.


Para nuestra fortuna el movimiento se fue desvaneciendo y con ello cierta calma nos alcanzó a iluminar.
Bajamos en calma catorce pisos y por vez primera vimos las heridas echas a nuestro entrañable edificio.
Cemento armado desprendido, roca, piedras, muebles desplazados, grietas en las paredes.
Un edificio que nunca habíamos observado en tal condición.
En ese momento sin decirlo comprendimos que este era diferente.
De pronto entre las ventanas alcanzamos a vislumbrar la cal esparcida, la silueta de polvo, esas escenas que tanto se comenzaban a parecer a las de hace treinta y dos años.


En tiempo y forma alcanzamos poner nuestros pies en la tierra.
Todos a salvo.
La naturaleza no se mostraría mas, por ahora.


Mostraría los efectos.


El impacto apenas comenzaría a mirarse y a sentirse.


Fueron 50 minutos a lo largo de los que observe una ciudad sacudida.
Triste, muy triste de observar edificios rendidos ante el epicentro enviado desde Puebla.
Caminamos algunos kilómetros a nuestros hogares, quizá como deberíamos hacerlo con mas frecuencia para observar mas.

Somos nuevamente seres humanos, debemos valernos por si mismos.
No hay herramientas para apoyarnos, no tecnología por lo menos en un par de horas


Como hace tres décadas debemos iniciar la reconstrucción.
Como hace tres décadas, seguimos de pie.
Como hace tres décadas....somos México.




sábado, 16 de septiembre de 2017

It (2017) Dir Andy Mushietti


"Ven, ¿quieres tu barquito de regreso..? estira tu mano, anda."

Veintisiete años después de haber flotado por vez primera, un inconfundible globo rojo se muestra como el inicio de la peor de las pesadillas para siete incipientes adolescentes que de manera inconsciente se aferran a su inocencia y con ello a sus miedos mas profundos.

Imágenes y entornos que cobran vida extrema y explícita en colores vívidos que de un momento a otro se tornarán oscuros y lúgubres. Sus mentes se verán poseídas por precipicios que los arrojarán sin remedio al borroso y confuso mundo de Pennywise.

Las fases de la memoria de cada uno será manipulada por el célebre payaso que ha sido extraído del turbio y torcido recital de fenómenos de Stephen King.




IT no pertenece a nuestro mundo, pero sí a nuestros sueños y a nuestra mente.
Se alimenta plácidamente de los miedos, los conoce y los escupe a su antojo.

Maquillaje facial blanco y rojo intenso, agrietado, indumentaria saturada de pliegues, costuras fruncidas que erigen una figura que nos remonta a los circos de antaño pisando pueblos diferentes cada noche.
De aquellos Eso es un engendro perdido, una causa nunca explicada.
Las líneas del rostro conducen a su sonrisa y se esfuman en esa boca rojiza, malévola y terrorífica.

ESO ha llegado al pueblo!

El miedo se apodera de los habitantes de Derry cuando los niños comienzan a desaparecer y jamás son encontrados. Entre ellos Georgie quien portando su impermeable amarillo mira como su pequeño  barquito de papel termina introduciéndose en una alcantarilla.
Hasta ahí Georgie advierte la presencia de un singular payaso que ofrece regresarle su barquito. 

"... soy Pennywise y tu Georgie, ya no somos desconocidos .."

 A partir de ahí se respeta la trama de la miniserie que nos mostró al Payaso por vez primera en 1990.
Bill el hermano mayor de Georgie nunca abandona la idea de que algún día lo va a encontrar y en compañía de seis amigos entre ellos una valiente Beverly recorrerán el oscuro laberinto de visiones horrendas que ESO les tiene preparadas.

Un globo advertirá la presencia de un miedo infinito que se materializará frente a ellos de múltiples maneras.


Se arrojan así extraordinarias escenas entrecortadas en las que el payaso adquiere formas monstruosas que te conducirán a ese pozo que devela el fin del camino.

"Te extraño! pero..tú no eres Georgie"!

It  asume prácticas y buenas costumbres de cintas tan recordadas que la antecedieron en los 80  como Chucky o Pesadilla en la Calle del Infierno, sin intentar colocarse indebidamente junto a trazos apocalípticos como Saw, El Conjuro, Voraz, La Noche del Demonio o piezas de colección de la corriente Gore como Infierno Verde, High Tension, o Las Colinas tienen Ojos, por mencionar algunas 
La presencia de los niños y sus amables e ingeniosos diálogos aligeran la carga aun cuando la escena inicial y algunas mas hayan concebido líneas de terror fuerte.

Cita obligada.

Una primer capítulo que deja abierto el pozo para que Pennywise se interne nuevamente en las cloacas del pueblo, aun cuando Bill, Bervely  y los demás hayan dejado en el pasado los juegos y la magia de la niñez. 

No así los estímulos de viejos recuerdos que se quedaron atrapados en los sótanos de su consciencia.

ESO no ha muerto!