Thanks for waiting..THE ROLLING STONES
Era un fin de semana diferente.
El domingo me levanté temprano con el ánimo por las nubes ya que no era un domingo como cualquier otro. Desde hace casi 20 años disfruto los conciertos desde meses antes; desde el anuncio, desde que tengo el boleto en la mano, desde que lo guardo en el L.P. más significativo de la banda, desde que pasan las semanas ó los meses para que llegue el día, y obviamente el día del concierto siempre es especial.
Este domingo lo era más, mucho más.
Vería a los Rolling Stones, a una de las dos bandas pilares del movimiento rockanrolero en la Gran Bretaña que desató –junto con otros acontecimientos históricos- un fenómeno social en la década de los 60’s.
Musicalmente estaríamos presentes frente a los músicos que redefinieron el rock and roll trasladándolo de salas de baile a las arenas más famosas del mundo. Los Stones le quitaron lo dulce al R&R y le imprimieron un sello que acabó por influenciar a prácticamente todo el orbe.
De ahí el significado de estar frente a estos míticos personajes.
Cerca de las 3 de la tarde tomé el preciado boleto del disco elegido, “Tatoo You”. Allá por fines de los 70’s desde luego sabía de los Stones e incluso tenía un Kct Ampex con todo el “Emotional Rescue” grabadito. No obstante el primero que compré de la discografía del grupo fue el Tatoo You, con ese fantástico riff de intro a Start me Up.
En camino, escuchando desde luego al grupo. A las 4:30 me encontré con algunos fans en el Hotel Grand Prix, evento ex profeso al que me había invitado mi estimado amigo Fernando Aceves; ahí conocí a verdaderos fans de la banda, intercambiamos opiniones y estuvimos viendo un fantástico concierto de los Stones grabado en el 72. Una razón más para que la nostalgia invadiera y acelerara el ritmo en vías del concierto.
De pronto uno de los integrantes del club nos indicó que pasáramos a la terraza del salón desde donde se veía parte del escenario e incluso alcanzáramos a escuchar lo que decían era el sound check, esto al filo de las 5 de la tarde.
Es muy interesante estar frente a verdaderos conocedores de una banda y más tratándose de los Rollings. Hay un cúmulo de conocimiento musical que se percibe en al ambiente digno de ser documentado. Me llamó la atención que hubiera jóvenes menores de 30 años, lo que de alguna manera volvía a confirmar la universalidad de esta banda.
A las 6:30 nos dirigimos al Foro Sol. El momento del verdadero ritual estaba por comenzar.
Con mi hermano y mis estimados amigos ya en sus localidades, tomé el camino sin compañía hacia la puerta de Acceso, en este caso la #1. Para ello tuve que recorrer varios metros de pista quedando en algún momento completamente solo en una de las curvas del autódromo.
Ideal circunstancia para evocar los tiempos “idos” en materia pero acumulados y presentes más que nunca en espíritu. Recordar un sinnúmero de portadas que guardo entre los maderos del librero la casa de todos ustedes, unas muy especiales como el Alive de KISS, el Deepest Purple de Deep Purple, el cañón de AC/DC en For Those About To Rock (We Salute You), el Jazz de Queen, desde luego el Drama de YES.
Los célebres conciertos – más quizá por ser los primeros para nosotros- como el de Santana en Léon en el 88, cuando Angel, Ernesto y yo tuvimos –por capricho mío -que regresar en un camión de cuarta desde aquélla ciudad.
Eran los tiempos en que realmente “sufrías” para llegar a estar a por lo menos ¡50 metros del artista!. Era un Vía Crucis desde la adquisición de la entrada , el transporte a la ciudad y ya no digamos la entrada al concierto. Pero...valía la pena, siempre la ha valido. No importa –recuerdas hermano?-si tenías que cruzar entre la caballería y el gas lacrimógeno para llegar a entrar al Corregidora de Querétaro para ver a Rod Stewart.
Desde aquí un homenaje a mis padres por el apoyo que nos brindaron, facilitándonos siempre los medios que hicieran falta para lograrlo (que eran casi todos).
La curva hacia la entrada del Foro y del Acceso #1 se acercaba y yo –a diferencia de lo ocurrido en el Corregidora “siglos antes”- me encontraba solo, increíble no creen?. Los tiempos cambian afortunadamente.
Antes el ritual de siempre. ¿Porqué no?. Una playera, una gorra y , más oportuna que nunca, una bufanda.
Acceso #1. A las puertas del infierno pensé. A punto de ver a los Stones.
Para las 7:05 el grupo abridor había dado inicio (una mala elección, ya que). Me quedé aguardando lateralmente para evitar estorbar el paso de los que iban ingresando.
Ahí observé algo que hubiera levantado de la tumba al mismísimo Brian Jones. Padres e hijos en armonía, familias enteras se dirigían al evento. Después de casi 50 años finalmente los Stones triunfaron, lograron alinear lo que en los 60’s era impensable.
Muy lejanos los tiempos de Altamont, California, sin duda.
Finalmente finalizó el abridor y pude dirigirme a mí lugar.
La hora de espera cuando estás apunto de verlos, es realmente un tiempo que disfrutas, quizá la ansiedad recorre las venas, pero en mí caso disfrutas. Tiempo para saludar a una estimada amiga que se hacía acompañar de sus hijos, el menor de 11 años. Para encontrarme con mi hermano, heredero de las batallas más importantes. Para intentar hablar con ella que se encontraba entre la multitud de las gradas...
8:45
La última reflexión. En el árbol genealógico Los Stones fueron influencia de las bandas que transformaron mi vida en muchos sentidos. Zepeelin y Purple se influenciaron en ellos, también los Who. Los progresivos de igual forma estuvieron tocados por las manos de Lennon, McCartney, Jagger y Richard. KISS y Aerosmith tomaron a los Who como sus héroes y desde luego de ahí seguramente recorrieron la historia de los Rollings.
Yo compré el Tatoo You a los 13 años de edad finalmente...
Si, algo muy especial está por verse.
9:05 en adelante....
Las luces se apagaron y el alarido de los fans estremeció el Foro. La primera silueta que se alcanzó a observar desde mi perspectiva fue la de Charlie Watts, el baterista que a los casi 65 sigue dominando la tarola y el tomb de aire en su particular estilo. Finalmente el instrumento de mi vida.
Ron Wood y Keith Richard le siguieron y la ovación creció para ensordecer al momento de que Mick Jagger apareció.
Ahí estaban, finalmente, a unos cuantos metros, el origen de todo, de prácticamente todo.
Lo que siguió fue una serie de momentos sumamente emotivos que desde luego movían los sentimientos, naturalmente en mayor medida para quienes el valor estimativo es enorme!. No de los más grandes de edad necesariamente ya que estoy seguro de que mi amigo Philip a sus 15 años estuvo más conectado que muchos cuarentones.
Ese es uno de los valores intrínsecos de la música, el evocar. En la medida en que comprendas el porqué y que te hizo llegar hasta el otro lado del río, definirás mejor la persona que eres hoy. Si no entiendes tú pasado, menos comprenderás el presente y difícilmente sabrás hacia donde dirigirte.
Cuando en los momentos de mayor presión de la secundaria sabías que Love Gun, It´s only R&R, Please Please Me, Aqualung ó Close to The Edge estaban esperando en la tornamesa, la motivación movía montañas. Cuando el primer saludo del día está en la pared en forma de póster.
La música on and on, unos Rolling Stones que sonaban fantásticos, sólidos, sin tanto Show como en las anteriores dos visitas, pero más mucho más música, que es finalmente el mensaje final.
Lo momentos se sucedían y alcanzábamos a escuchar el coro de miles de gargantas en la escolta del Foro.
Angie fue la primera que subió los niveles. Impresionante.
El Set List que todos conocen había sido firmado previamente por mi amigo Francisco Espinosa Pinto, bajo la presencia de notario. Por lo que por ese lado estábamos más allá de los confines de ese planeta.
Los dos momentos sublimes fueron Midnight Rambler y Gimmie Shelter. Dos obras que representan por un lado el origen R&B (Rithm and Blues) de la banda por allá en Londres en el 62-64, y el Gimmie Shelter propio de las Satánicas Majestades.
Dos joyas que se escucharon espectaculares, en la primera los cambios de ritmos y la improvisación rompiendo la idea de que los Stones se manejaban en una línea fija.
En la segunda, la imaginativa en pleno, uno de los momentos de mayor fertilidad de los Stones.
Brutal momento!
Y llegó el climax, rompiendo las expectativas como lo han hecho desde siempre.
El Set de la Batería junto con los 6 músicos –incluido el piano- comenzó a elevarse y a trasladarse por un riel del que me separaba medio metro!!!
Miss You comenzó a escucharse, pero de plano ninguno de los que estábamos en la privilegiada posición seguimos la rola; estábamos atentos al paso de la banda.
Se acercan, se acercan, de pronto , enfrente!!!!, ahí a un metro, voltea Keith Richards, Ron Wood mira al horizonte, Jagger de perfil, Charlie tocando sin inmutarse, unos segundos, inolvidables, siguen de frente y se detienen al centro del Foro en un simbólico diría yo centro del Universo.
Tres temas de entre los cuales Get Off My Cloud exponía a los cuatro vientos la emoción que invadía los 4 ptos cardinales del foro.
De regreso. La Locura ¡!! Viene de vuelta. Esta vez Jagger y Richard complaciendo al otro lado, pero vimos a Charlie, demasiados estímulos para unos cuantos segundos..estábamos agotados , gritando, éxtasis.
El fondo rojo presagiaba tormenta. Shympaty for the Devil, el posible segundo himno de los Stones. El infierno frente a nosotros con Jagger entre humo, luces rojas corriendo, en movimiento constante. Estoy de acuerdo con mi hermano Ernesto, “Jagger fue hecho diferente a nosotros...”
Para este momento ya se avistaba el final.
Unas llamas levantaban a mi estimado Tatoo You. Start me Up. El tema que alcancé a escuchar más vitoreado. Sin duda de todas las almas, hoy las que fuimos reclutadas por el Rock a fines de los 70’s somos las que soportamos la carga, una dulce carga. Start Me Up retumbaba verdaderamente.
La más grande.
Por años se ha debatido cual es la rola más importante del Rock de todos los tiempos.
Seguramente nunca lo sabremos, cuando el rock era joven a mediados de los 70’s quizá resultaba menos complicado. Hoy en pleno siglo XXI es más difícil.
Lo que es un hecho es que hay temas emblemáticos que se forjaron en momentos críticos, como el acero más resistente, a centígrados que pocos soportarían.
Satisfaction es una de esas, un tema que –nuevamente- evoca más de una batalla.
El riff no se hizo esperar. Satisfaction de los Stones es una síntesis de una línea de tiempo inmensa que se inició mucho antes de que Elvis comenzará a mover la cadera, pero ciertamente definió el movimiento y dirección de la misma.
Al borde de la histeria Jagger seguía encima del público, como si nada, Richard esbozaba una sonrisa y se mostraba como siempre, genuino. Para él verdaderamente es sólo R&R..pero le gusta. Ron seguía con frío y Charlie?? Que creen?? Así es, inmutable.
A fines de los 70’s mi padre llegó a casa con tres discos de 45 RPM. Nunca seguramente imaginó lo que estos pedazos de vinilo promoverían en la vida de mi hermano y la mía propia.
Con el entusiasmo de aquellos aún niños de inmediato nos hicimos lectores asiduos de la revista Conecte en la que escribían Antonio Malacara, José Luís Pluma, Fotografiaba un tal Camarillo, recuerdo a Alberto Macías el corresponsal en los Angeles, Alatorre, Carlo F. Hernández, etc
En esa revista vi seguramente las primera fotografías de los Stones.
La misma banda que al filo de las 11 de la noche del memorable 26 de febrero se despedía con una sencillez que como alcanzamos a escuchar en la secundaria en clase de literatura Universal, sólo se alcanza con el pleno domino de la técnica...
Mucho agua ha pasado sobre ese río.
Hoy quiero dedicar este escrito a cada uno de esos periodistas cuyos artículos tapizaron el camino del tornamesa Gradiente al Foro Sol el domingo pasado.....
Ac.
Era un fin de semana diferente.
El domingo me levanté temprano con el ánimo por las nubes ya que no era un domingo como cualquier otro. Desde hace casi 20 años disfruto los conciertos desde meses antes; desde el anuncio, desde que tengo el boleto en la mano, desde que lo guardo en el L.P. más significativo de la banda, desde que pasan las semanas ó los meses para que llegue el día, y obviamente el día del concierto siempre es especial.
Este domingo lo era más, mucho más.
Vería a los Rolling Stones, a una de las dos bandas pilares del movimiento rockanrolero en la Gran Bretaña que desató –junto con otros acontecimientos históricos- un fenómeno social en la década de los 60’s.
Musicalmente estaríamos presentes frente a los músicos que redefinieron el rock and roll trasladándolo de salas de baile a las arenas más famosas del mundo. Los Stones le quitaron lo dulce al R&R y le imprimieron un sello que acabó por influenciar a prácticamente todo el orbe.
De ahí el significado de estar frente a estos míticos personajes.
Cerca de las 3 de la tarde tomé el preciado boleto del disco elegido, “Tatoo You”. Allá por fines de los 70’s desde luego sabía de los Stones e incluso tenía un Kct Ampex con todo el “Emotional Rescue” grabadito. No obstante el primero que compré de la discografía del grupo fue el Tatoo You, con ese fantástico riff de intro a Start me Up.
En camino, escuchando desde luego al grupo. A las 4:30 me encontré con algunos fans en el Hotel Grand Prix, evento ex profeso al que me había invitado mi estimado amigo Fernando Aceves; ahí conocí a verdaderos fans de la banda, intercambiamos opiniones y estuvimos viendo un fantástico concierto de los Stones grabado en el 72. Una razón más para que la nostalgia invadiera y acelerara el ritmo en vías del concierto.
De pronto uno de los integrantes del club nos indicó que pasáramos a la terraza del salón desde donde se veía parte del escenario e incluso alcanzáramos a escuchar lo que decían era el sound check, esto al filo de las 5 de la tarde.
Es muy interesante estar frente a verdaderos conocedores de una banda y más tratándose de los Rollings. Hay un cúmulo de conocimiento musical que se percibe en al ambiente digno de ser documentado. Me llamó la atención que hubiera jóvenes menores de 30 años, lo que de alguna manera volvía a confirmar la universalidad de esta banda.
A las 6:30 nos dirigimos al Foro Sol. El momento del verdadero ritual estaba por comenzar.
Con mi hermano y mis estimados amigos ya en sus localidades, tomé el camino sin compañía hacia la puerta de Acceso, en este caso la #1. Para ello tuve que recorrer varios metros de pista quedando en algún momento completamente solo en una de las curvas del autódromo.
Ideal circunstancia para evocar los tiempos “idos” en materia pero acumulados y presentes más que nunca en espíritu. Recordar un sinnúmero de portadas que guardo entre los maderos del librero la casa de todos ustedes, unas muy especiales como el Alive de KISS, el Deepest Purple de Deep Purple, el cañón de AC/DC en For Those About To Rock (We Salute You), el Jazz de Queen, desde luego el Drama de YES.
Los célebres conciertos – más quizá por ser los primeros para nosotros- como el de Santana en Léon en el 88, cuando Angel, Ernesto y yo tuvimos –por capricho mío -que regresar en un camión de cuarta desde aquélla ciudad.
Eran los tiempos en que realmente “sufrías” para llegar a estar a por lo menos ¡50 metros del artista!. Era un Vía Crucis desde la adquisición de la entrada , el transporte a la ciudad y ya no digamos la entrada al concierto. Pero...valía la pena, siempre la ha valido. No importa –recuerdas hermano?-si tenías que cruzar entre la caballería y el gas lacrimógeno para llegar a entrar al Corregidora de Querétaro para ver a Rod Stewart.
Desde aquí un homenaje a mis padres por el apoyo que nos brindaron, facilitándonos siempre los medios que hicieran falta para lograrlo (que eran casi todos).
La curva hacia la entrada del Foro y del Acceso #1 se acercaba y yo –a diferencia de lo ocurrido en el Corregidora “siglos antes”- me encontraba solo, increíble no creen?. Los tiempos cambian afortunadamente.
Antes el ritual de siempre. ¿Porqué no?. Una playera, una gorra y , más oportuna que nunca, una bufanda.
Acceso #1. A las puertas del infierno pensé. A punto de ver a los Stones.
Para las 7:05 el grupo abridor había dado inicio (una mala elección, ya que). Me quedé aguardando lateralmente para evitar estorbar el paso de los que iban ingresando.
Ahí observé algo que hubiera levantado de la tumba al mismísimo Brian Jones. Padres e hijos en armonía, familias enteras se dirigían al evento. Después de casi 50 años finalmente los Stones triunfaron, lograron alinear lo que en los 60’s era impensable.
Muy lejanos los tiempos de Altamont, California, sin duda.
Finalmente finalizó el abridor y pude dirigirme a mí lugar.
La hora de espera cuando estás apunto de verlos, es realmente un tiempo que disfrutas, quizá la ansiedad recorre las venas, pero en mí caso disfrutas. Tiempo para saludar a una estimada amiga que se hacía acompañar de sus hijos, el menor de 11 años. Para encontrarme con mi hermano, heredero de las batallas más importantes. Para intentar hablar con ella que se encontraba entre la multitud de las gradas...
8:45
La última reflexión. En el árbol genealógico Los Stones fueron influencia de las bandas que transformaron mi vida en muchos sentidos. Zepeelin y Purple se influenciaron en ellos, también los Who. Los progresivos de igual forma estuvieron tocados por las manos de Lennon, McCartney, Jagger y Richard. KISS y Aerosmith tomaron a los Who como sus héroes y desde luego de ahí seguramente recorrieron la historia de los Rollings.
Yo compré el Tatoo You a los 13 años de edad finalmente...
Si, algo muy especial está por verse.
9:05 en adelante....
Las luces se apagaron y el alarido de los fans estremeció el Foro. La primera silueta que se alcanzó a observar desde mi perspectiva fue la de Charlie Watts, el baterista que a los casi 65 sigue dominando la tarola y el tomb de aire en su particular estilo. Finalmente el instrumento de mi vida.
Ron Wood y Keith Richard le siguieron y la ovación creció para ensordecer al momento de que Mick Jagger apareció.
Ahí estaban, finalmente, a unos cuantos metros, el origen de todo, de prácticamente todo.
Lo que siguió fue una serie de momentos sumamente emotivos que desde luego movían los sentimientos, naturalmente en mayor medida para quienes el valor estimativo es enorme!. No de los más grandes de edad necesariamente ya que estoy seguro de que mi amigo Philip a sus 15 años estuvo más conectado que muchos cuarentones.
Ese es uno de los valores intrínsecos de la música, el evocar. En la medida en que comprendas el porqué y que te hizo llegar hasta el otro lado del río, definirás mejor la persona que eres hoy. Si no entiendes tú pasado, menos comprenderás el presente y difícilmente sabrás hacia donde dirigirte.
Cuando en los momentos de mayor presión de la secundaria sabías que Love Gun, It´s only R&R, Please Please Me, Aqualung ó Close to The Edge estaban esperando en la tornamesa, la motivación movía montañas. Cuando el primer saludo del día está en la pared en forma de póster.
La música on and on, unos Rolling Stones que sonaban fantásticos, sólidos, sin tanto Show como en las anteriores dos visitas, pero más mucho más música, que es finalmente el mensaje final.
Lo momentos se sucedían y alcanzábamos a escuchar el coro de miles de gargantas en la escolta del Foro.
Angie fue la primera que subió los niveles. Impresionante.
El Set List que todos conocen había sido firmado previamente por mi amigo Francisco Espinosa Pinto, bajo la presencia de notario. Por lo que por ese lado estábamos más allá de los confines de ese planeta.
Los dos momentos sublimes fueron Midnight Rambler y Gimmie Shelter. Dos obras que representan por un lado el origen R&B (Rithm and Blues) de la banda por allá en Londres en el 62-64, y el Gimmie Shelter propio de las Satánicas Majestades.
Dos joyas que se escucharon espectaculares, en la primera los cambios de ritmos y la improvisación rompiendo la idea de que los Stones se manejaban en una línea fija.
En la segunda, la imaginativa en pleno, uno de los momentos de mayor fertilidad de los Stones.
Brutal momento!
Y llegó el climax, rompiendo las expectativas como lo han hecho desde siempre.
El Set de la Batería junto con los 6 músicos –incluido el piano- comenzó a elevarse y a trasladarse por un riel del que me separaba medio metro!!!
Miss You comenzó a escucharse, pero de plano ninguno de los que estábamos en la privilegiada posición seguimos la rola; estábamos atentos al paso de la banda.
Se acercan, se acercan, de pronto , enfrente!!!!, ahí a un metro, voltea Keith Richards, Ron Wood mira al horizonte, Jagger de perfil, Charlie tocando sin inmutarse, unos segundos, inolvidables, siguen de frente y se detienen al centro del Foro en un simbólico diría yo centro del Universo.
Tres temas de entre los cuales Get Off My Cloud exponía a los cuatro vientos la emoción que invadía los 4 ptos cardinales del foro.
De regreso. La Locura ¡!! Viene de vuelta. Esta vez Jagger y Richard complaciendo al otro lado, pero vimos a Charlie, demasiados estímulos para unos cuantos segundos..estábamos agotados , gritando, éxtasis.
El fondo rojo presagiaba tormenta. Shympaty for the Devil, el posible segundo himno de los Stones. El infierno frente a nosotros con Jagger entre humo, luces rojas corriendo, en movimiento constante. Estoy de acuerdo con mi hermano Ernesto, “Jagger fue hecho diferente a nosotros...”
Para este momento ya se avistaba el final.
Unas llamas levantaban a mi estimado Tatoo You. Start me Up. El tema que alcancé a escuchar más vitoreado. Sin duda de todas las almas, hoy las que fuimos reclutadas por el Rock a fines de los 70’s somos las que soportamos la carga, una dulce carga. Start Me Up retumbaba verdaderamente.
La más grande.
Por años se ha debatido cual es la rola más importante del Rock de todos los tiempos.
Seguramente nunca lo sabremos, cuando el rock era joven a mediados de los 70’s quizá resultaba menos complicado. Hoy en pleno siglo XXI es más difícil.
Lo que es un hecho es que hay temas emblemáticos que se forjaron en momentos críticos, como el acero más resistente, a centígrados que pocos soportarían.
Satisfaction es una de esas, un tema que –nuevamente- evoca más de una batalla.
El riff no se hizo esperar. Satisfaction de los Stones es una síntesis de una línea de tiempo inmensa que se inició mucho antes de que Elvis comenzará a mover la cadera, pero ciertamente definió el movimiento y dirección de la misma.
Al borde de la histeria Jagger seguía encima del público, como si nada, Richard esbozaba una sonrisa y se mostraba como siempre, genuino. Para él verdaderamente es sólo R&R..pero le gusta. Ron seguía con frío y Charlie?? Que creen?? Así es, inmutable.
A fines de los 70’s mi padre llegó a casa con tres discos de 45 RPM. Nunca seguramente imaginó lo que estos pedazos de vinilo promoverían en la vida de mi hermano y la mía propia.
Con el entusiasmo de aquellos aún niños de inmediato nos hicimos lectores asiduos de la revista Conecte en la que escribían Antonio Malacara, José Luís Pluma, Fotografiaba un tal Camarillo, recuerdo a Alberto Macías el corresponsal en los Angeles, Alatorre, Carlo F. Hernández, etc
En esa revista vi seguramente las primera fotografías de los Stones.
La misma banda que al filo de las 11 de la noche del memorable 26 de febrero se despedía con una sencillez que como alcanzamos a escuchar en la secundaria en clase de literatura Universal, sólo se alcanza con el pleno domino de la técnica...
Mucho agua ha pasado sobre ese río.
Hoy quiero dedicar este escrito a cada uno de esos periodistas cuyos artículos tapizaron el camino del tornamesa Gradiente al Foro Sol el domingo pasado.....
Ac.
