miércoles, 1 de febrero de 2006

MUNICH

Munich

Una vertiente que se agrega a lo que fueron los hechos de septiembre del 72 , cuando un grupo denominado Septiembre negro , arremetió contra la villa olímpica tomando de rehenes a 11 atletas Israelíes, en plenos Juegos Olímpico de aquel año.

La historia que presenta Steven Spielberg narra los eventos que sucedieron posteriormente en torno a este hecho en que finalmente los atletas pierden la vida. El seguimiento de un comando especial que se dirige a Europa en busca de aquellos que planearon este atentado.

Un visión interesante sobre lo que ha sido el conflicto en medio oriente desde que la colonia británica dejó sin custodia los alrededores de Jerusalén y algunas otras regiones, división política en la que la OLP (Organización de Liberación Palestina) pretende desde hace décadas instalar un Estado Independiente.

Spielberg apuntala con algunas sentencias la visión de lo que han sido ambos bandos y lo que para cada uno de ellos representa sentirse pertenecido a la tierra que los vio nacer, “tierra que debemos tomar, porque nadie nos la va a entregar..”

Avner es un ciudadano Israelí que es señalado como líder de este comando y en torno a sus principios y valores, girará la visión del director.

De ahí que Avner, interpretado eficientemente por Eric Bana, tiende a dejarnos reflexionar en su propio mundo y vivencia.

Al irse desarrollando la cinta, nos damos cuenta de que combatir fuego con fuego no hace más que dañar a la propia raza humana; cada uno de los líderes terroristas asesinados seguramente será suplantado por 5 ó 10 más, las familias e inocentes seguramente tendrán al tiempo que ser involucrados y lo más terrible, los remordimientos con los que se tienen que vivir son escalofriantes.

Si bien alcanza uno a comprender y quizá compartir ciertos motivos, los métodos son reprobables.

Cinematográficamente, la cinta es perfecta en todos los sentidos. La recreación de la época, la edición, la actuación y desde luego la narrativa; los flashbacks y los anclajes para no perder el salto de los tiempos. Siempre sabe uno en donde está parado...si es una escena en el “presente” (75 aprox) ó si es una mención de los hechos turbulentos en la Villa Olímpica (72).

Desde luego que hay escenas muy crudas que nos transmiten la desesperación en que se encontraban los atletas, sus familias, el clima que se percibe en la voz del periodista Peter Jennings al estar recreando los hechos....y los asesinatos, desgarradores aunque nunca - en la medida de lo posible- se pierde la base del ..eventos tomados de hechos reales.

En lo que es una referencia al maestro Hitchcok, la escena en que se desarrolla el asesinato del primer responsable, es una obra de arte del manejo del tiempo, del entorno, de la edición...suspenso de la mejor hechura.

Munich al igual que muchas otras cintas, ponen de manifiesto un hecho histórico que marco a una generación y que se convirtió en algo más que una pieza del almanaque de aquel año.

La cinta cumple en principio un gran objetivo-como algunas otras- al introducirnos en el evento histórico, en abrirnos a la nueva área de conocimiento y porque no? A la investigación posterior de lo que fue , es y sigue siendo el conflicto en medio Oriente.

Spielberg es claro en su mensaje. “Estos hechos no terminarán en 1972..” y así fue. Pero quizá tampoco finalicen en 2010, 2015 etc, si es que los métodos siguen llevando de la mano Bombas, granadas disfrazadas de portafolios, de teléfonos ó de simpáticos juguetes.

Munich es sin duda un encuentro con el pasado de la humanidad, en una faceta que lamentablemente no parece haber tomado un mejor rumbo...

bastará mirar al horizonte de esa escena final...y entenderemos porqué.....
Ac..

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