miércoles, 18 de mayo de 2022

Paul McCartney 80 años



Los 80 años de Paul McCartney


Como dijo mi amigo Eduardo Vidaurreta cuando nos visitó McCartney hace 5 años, en una frase no por trivial menos profunda, [...] tienes a un Beatle a una hora de tu casa y no vas a verlo?..[..]


Entiendo en esa frase un homenaje a los músicos que cambiaron en muchos aspectos nuestra vida.

Un tributo a quien a través de su talento entusiasmó e influenció a millones.


Y en la historia de la música es claro que los Beatles amarraron para la eternidad un sólido listón al viejo roble del rock and roll.

Sellaron un concepto que a lo largo de los años tocó a incipientes músicos que tras el encuentro con ellos crecieron en tamaños diversos hacia corrientes diversas, incluso mas profundas y densas que la creada por los mismos genios de Liverpool.

Nadie ha estado ajeno a ellos.


No tengo idea cuántos de los 80 mil fans que abarrotaron el legendario Estadio Azteca hace cinco años para ver a Paul McCartney en lo que ha sido su última visita, vieron a Lennon o a Harrison. Seguramente pocos, pero estoy seguro que la gran mayoría conocía sus canciones por propia iniciativa o por herencia milenaria.


Apuntemos además que McCartney hasta hace algunos años seguía grabando temas que hablan de un músico atento a nuevas ideas sobre estructuras melódicas como las que caracterizaron sus mejores composiciones.


Así que cuando hemos estado frente a él, los cuadritos de la película musical de la noche se van distribuyendo con equilibrio para crear éxtasis y nostalgia en varios momentos.

Con más de sesenta años desde el origen de la caverna los fans se complementan entre la obra de los Beatles y de los Wings, con Linda y sin Linda.

No importa, hay material para lanzarse en un viaje místico partiendo de Londres y finalizando en la otrora USSR.


Y más allá de su incalculable valor de la firma Lennon/ McCartney, más allá de los sólidos arreglos de su precioso bajo eléctrico es la sencillez de McCartney lo que ha terminando cautivando a varias generaciones.


Su forma de involucrarse con los fans , seguidores, curiosos , neófitos, y hasta acérrimos críticos es siempre especial.


Estamos hablando del bajista de la primera banda de rock de la historia y en mi opinión de uno de los dos mas grandes compositores de música popular de todos los tiempos.


Su obra firmada ha dado mas vueltas a la tierra que cualquier satélite, más que la misma Luna.




Comenzando y terminando siempre con Yesterday, que escuché en los brazos de mi padre a los 4 o 5 años y que registré como la primera canción grabada en mi memoria.

Por sí misma una colosal prueba de que lo simple en la dosis perfecta puede alcanzar estatus de obra de arte.

Que la sencillez de una composición sólo se logra con el pleno dominio de la técnica.

Porque McCartney es un gran ejecutante.


Y a partir de ella una larga lista de

Majestuosos sonidos y letras que fueron rompiendo la barrera del tiempo.

Temas que sobrevivieron el paso del tiempo que le dieron vida a la llamada ola

Inglesa.

Que sobrevivieron a mi padre y a los cientos de fanáticos que mitificaron el año de 1965 en cada butaca del desaparecido Shea Stadium.

Fueron The Beatles quienes abrieron las rutas del Támesis para llegar airosos a las costas del Atlántico en esa memorable primera visita a los Estados Unidos.





Y junto a ellos, The Rolling Stones, The Who y The Kinks le cambiaron la cara a la música y a la vida de millones de jóvenes.


Desde entonces McCartney es el hijo pródigo de su generación.

Su valor trascendió el siglo pasado y va dejando su sello y el de la banda que lo erigió en los libros impresos y digitales del nuevo siglo.


En Inglaterra ya es 18 de junio.


Paul alcanzó los 80 años edad y los celebró en New Jersey, a tan sólo algunos kilómetros de su primera tocada en América.

Lúcido y aún fuerte, mucho mas de lo que suponía él mismo en el tema When Im Sixty Four, cuando profetizaba incluso su propia pérdida de cabello.


Una octava década de vida que hasta ayer sólo Ringo, Bill Wyman y Charlie Watts en un respetable sentido de la eternidad alcanzaron para este género de música “pasajera” como lo pensó Sinatra.


Al final el rock no tiene edad Frank, ni principio ni fin, se muestra en una zona imaginaria de Dioses y una fortaleza de Héroes.


Dioses y Héroes, entre los que Lennon, Harrison o Brian Jones se mantienen entre nosotros, solo que en diferente forma y materia.


Y entre ellos Paul brilla intensamente.

Al diablo los años, sigamos creciendo en la obra pasada y presente.


Hemos sido afortunados.