miércoles, 8 de marzo de 2006

EL SECRETO DE LA MONTAÑA

El Secreto de la Montaña – título realmente muy poco arriesgado para la cinta, diría yo hasta infantil- llegó finalmente a las pantallas y algunos ya tuvimos oportunidad de juzgar la “cinta polémica de los Oscares”; misma a la que le alcanzó para que su director Ang Lee se llevara el Oscar, así como la música fuera laureada. Pero no la película.

Para juzgar lo anterior habrá que ver Crash y saber si como algunos titulares nacionales señalaron, “La Academia no está lista para las cintas incómodas”.

Independientemente de le anterior, Brokeback Mountain a mi entender es una buena película que nos involucra en la historia, nos sitúa fielmente en la época, transmite las emociones de los personajes y concluye con dureza pero sin abusar de escenas crudas.

Entre los mismos personajes protagónicos que realizan una actuación excepcional, se dan confrontaciones y diálogos intensos que alcanzan al espectador y suponen un auténtico drama en el que la violencia verbal es suficiente para en momentos derrumbar y otros ilusionar.

“Dos hombres viviendo juntos??? Imposible” dice uno de ellos; la lucha interna es evidente, los remordimientos finales y la soledad en que ambas almas viven.

No parecen ser suficientes los veranos o inviernos en que se ven, las horas en que van a pescar a las montañas de Wyoming – espléndidamente fotografiadas por el mexicano Rodrigo Prieto-, “cada vez es más difícil Ennis...”

La cinta se ve enriquecida con personajes secundarios que de igual forma se ven afectados por la relación. La escena en que una de las esposas los observa por ejemplo, adquiere tintes de tragedia para si misma. No cuento más.

Ang Lee –y de ahí quizá la imposibilidad de verla nombrada como mejor película- da un golpe fino a la tradiciones del cine americano a los íconos por excelencia (“Malboros” y John Wayne) al situar la historia en un marco Western,. Ese es un punto destacable de la cinta y por lo mismo sumamente interesante.

Finalmente “Mountain...” devela sensaciones y emociones que difícilmente se revelarán, abren un capítulo pocas veces tratado desde este punto de vista, da vida a personajes de carne y hueso que sufren y aman y se entrelazan de tal forma que la homosexualidad es sólo un medio –polémico en si- para emitir el mensaje.

Ac