lunes, 12 de noviembre de 2012

Robert Plant. Auditorio Nacional, 12 de Noviembre 2012.

Robert Plant. Auditorio Nacional, 12 de Noviembre 2012.

Foto Robert Plant. Fernando Aceves (c)2012





Led Zepellin ha sido una de las bandas más maravillosas que ha transitado por el sendero del rock and roll desde sus inicios y hasta nuestros días, para muchos incluso la mejor agrupación que ha poblado la tierra. A estas alturas eso realmente poco importa, millones de fans le otorgan la misma etiqueta que se le confiere a Pink Floyd o a los Rolling Stones. Con prácticamente toda su obra catalogada en las listas de mayores ventas, Led Zepellin seguirá siendo por siempre un icono del rock.
Quienes no habíamos tenido la oportunidad de verlo en una tarima debíamos estar ahí, no había excusa ni pretexto. Mi caso incluso era realmente extraño en referencia a Robert Plant, y también en relación con Jimmy Page. El 23 de Septiembre de 1993 por invitación de mi entrañable amigo Fernando Aceves pude colarme hasta camerinos y tuve la oportunidad de saludar a Plant y a Page. Ahí quedó el tema dado que por compromisos profesionales de Fernando ya no tuvimos oportunidad de presenciar  este primer concierto - fueron dos-  que dicen los testigos fue un lujo. Nunca me arrepentí de no haberlos visto, eran otros tiempos y en mi mente en ese momento existían bandas con prioridad mayor para invertir en el boleto.

Con el paso del tiempo y habiendo sido testigo del paso de mis bandas favoritas, comprendí que era tiempo de mirar a bandas clásicas por las que mi interés había crecido de manera exponencial.

La mala noticia es que hasta hoy Plant y Page no han vuelto a pisar un escenario juntos y cada vez que un año cierra su puerta se percibe cada vez mas lejana la reunión de Led Zepellin.
La buena noticia por el contrario fue que Robert Plant anunciaba gira y vendría a México 17 años después de aquella tarde del "saludo de mano" en que no fui testigo del concierto.

El Concierto


Sabíamos perfectamente que no escucharíamos en confección original los temas del mastodonte de los 4 símbolos, el legendario LZ IV,  incluso como sucedió,  no pasaría lista Stairway to Heaven y por momentos -porque así lo deciden los Dioses- Plant se alejaría del rock clásico para mostrarnos la obra que desde hace años ha emprendido y lo ha alejado desde el punto de vista del fan férreo, del Rock puro. Lo que no sabíamos -por lo menos yo- es que Robert Plant posee una fortaleza digna de Zeus.

En lo personal tenía la errónea impresión de que su voz lo había abandonado desde hace tiempo y el camino elegido era irse alejando de los altos tonos. Nada más alejado de la realidad.

Además Plant acudió a la cita con esa enorme sonrisa que no esperaba, con la sencillez a flor de piel , entregado de una manera tal que nos hace olvidar  que estamos cara a cara con uno de los elegidos para sentarse en la mesa reservada a las dos o tres voces mas importantes que ha dado el rock and roll desde su nacimiento.

Los temas interpretados para quien no puede considerarse conocedor experto de Led Zepellin y mucho menos de la obra solista de su gloriosa voz destacaron por su calidad y  por la presencia imponente de Robert Plant. Suficientes argumentos para haber salido satisfecho.

La deuda por lo menos va quedando saldada, y lo mejor de todo es que la garganta de Robert Plant se encuentra en perfectas condiciones para pensar en lo que todos seguiremos pensando.