sábado, 28 de enero de 2012




We Need to Talk About Kevin (2011) Lynne Ramsay

Eva parece decirse así misma..”soy la persona equivocada, en el lugar equivocado , con la vida equivocada y con el hijo equivocado”.

Los recuerdos que parten del mismo momento en que ella mantiene una relación con el que será su esposo y padre de dos hijos, Franklin, llevarán a recorrer su vida, pero nunca de manera lineal. Los recuerdos inmersos en su mente darán forma al desarrollo de esta magistral cinta.

La cinta inquieta al espectador desde la primera escena en la que se observara a Eva bañada de fragmentos de carne, vísceras, en una especie de orgia y tributo al color rojo en pantalla. Escena que perturba y plasma la primera de muchas preguntas, más aun cuando inmediatamente el color rojo se traslada a la fachada de una casa en la que se ve a Eva completamente diferente, ausente, acabada y emocionalmente afectada.

Ella deberá entonces darnos respuesta a las interrogantes que flotan en nuestras mentes, a partir de lo que la suya irá mostrando. Y el ciclo comenzará a formarse con la llegada de Kevin, su hijo un barón sobre el que se nos irán los ojos y probablemente el alma.

Kevin muestra desde el inicio un rechazo directo hacia su madre. El suspenso cobra entonces forma al darnos información que los protagonistas en tiempo real no conocen. Entre la serie de recuerdos que van trazando la cinta, se observan elementos que nos hacen pensar en la tragedia, en acciones que serán reflejo de lo que está sucediendo entre Eva y Kevin. Y sin embargo y pese al acertado y no manipulable título de la cinta, “nadie se decide a hablar de Kevin”. Tanto Eva como Franklin se mantienen al margen de tomar en serio las acciones que saltan a la vista y que muestran a Kevin como un niño y posteriormente adolescente problemático, pero claro, ellos no tienen la información que el espectador va acumulando.

Franklin es un buen tipo, aunque quizá demasiado ausente, todo parece quedar entonces en manos de Eva, quien cada vez se muestra mas atormentada y desesperada ante la relación tan conflictiva que vive con su hijo y más aún cuando la pequeña Celia nace dando forma a la familia.

Al avanzar la cinta somos testigos de situaciones realmente perturbadoras que nos roban la tolerancia de manera total. Kevin ya no es un niño, es prácticamente un adulto y Franklin o mejor dicho Eva tendrán que lidiar con situaciones límite.

“Necesitamos hablar de Kevin”, es una cinta cuyas estrategias de seducción narrativa son utilizadas de manera excepcional, en la que Tilda Swintonen (Eva) muestra su máximo potencial como actriz. Desde el suspenso hasta la sorpresa, se transmiten muchos estados de ánimo que terminan por ponernos en conflicto a todos los que estemos en la sala de proyección y que ella como eje narrativo de la historia, proyecta en cada escena.

Las preguntas serán desde luego resueltas, pese a los engaños, equívocos y estrategias puestas a manera de pistas frente a nosotros, enfrentaremos un final que nos dejará helados de pies a cabeza.

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