lunes, 25 de octubre de 2021

Bauhaus

 

Bauhaus  

23 y 24 de octubre 2021

Parque Bicentenario Ciudad de México

¨Nosotros usamos luces blancas y negras, las de colores son para árboles de navidad¨ Peter Murphy 1979


Peter Murphy cual Nosferatu en la cinta de F.W.

Murnau filmada hace un siglo, incita en su vaivén a hacer creer a sus fans que los Vampiros sí existen y son eternos.



 Esa es la impresión que dejó Bauhaus esta noche, cita originalmente pactada para celebrarse entre las viejas paredes del Frontón México y que finalmente se ejecutó en el Parque Bicentenario entre la tierra y la bóveda nocturna, sin escudos.

Temibles meses pasaron bajo los puentes de un mundo cambiante para llegar a la apertura de un concierto en la nueva era.




Le tocó a Bauhaus y a nosotros ser testigos de ello.

Referente directo de los años en que Londres se resistía a ser musicalmente arrastrada por las modas de una nueva década, Bauhaus enfrenta los augurios de la muerte del Punk para trasladarlos a una sonora distorsión detonada por la guitarra de Daniel Ash para fusionarse con la energía sin par de Peter Murphy y lanzar una propuesta aun mas negra que los mismos Sex Pistols.

De 1982 para acá el terciopelo negro y las luces blancas y negras de sus conciertos propagan el mensaje.

 Una verdadera secta de fieles se dio cita para gritar menos que en el Cine Ópera en el lejano

1998 y concentrarse mas en lo que está presenciando.

Es claro que estamos mirando a una de las bandas mas legendarias de la historia del rock, sea cual sea la afiliación musical original de quienes juzguen el concierto.

 

Envuelta en sombras, la noche imprescindible de una nueva era a través de la cual Bauhaus emerge con el poder sus propios mitos y leyendas sellados en piedra.

 

La cultura- no sólo la arquitectónica- le debe mucho a los discos que grabaron Peter Murphy, Daniel Ash, David J. y Kevin Haskins. Zona de honor para quienes resistieron la oleada plástica de los años 80 y se mantuvieron en lo profundo de la tumba de Bela Lugosi, trastocada de rosas aparentemente muertas como lo dicta el tema raíz de su vida, sin darle oportunidad a falsas luces.

Al final de la noche los tributos a los Reyes y Reinas del bajo mundo como diría Billy Idol.

Iggy Pop y el maestro David Bowie son dagas profundas en el corazón de Bauhaus y queda de manifiesto en el propio manifiesto.

Lo acontecido después de Ziggy Stardust es historia contada y vivida que sigue siendo testigo de aquella era de resistencia.

 

Las luces se fueron extinguiendo mientras las cuatro figuras descienden a los mundos de los cuales emergieron.

Todos nos miramos satisfechos sin importar que el viaje no tendrá retorno.

 

Memorable noche.  

 

Fotos Daniela Larios y Alberthall

 

 

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