Son cerca de las 6 am del sábado 18 de agosto y la neblina casi no permite observar los Trailers que van avanzando delante del auto. Al filo de las 7:00 am finalmente arribo a la ciudad de Puebla, tras prácticamente 4 horas de trayecto, provocado por un tráfico infernal para salir de la ciudad.
La desvelada y desmañanada juntas van de cualquier forma a valer la pena por lo que ocurrirá dentro de aproximadamente doce horas.
Cerca de la 6 de la tarde tomamos curso hacia el foro en el que Scorpions va a tocar por primera vez en la ciudad de Puebla, llamado Siglo XXI y el cual se aprecia en excelente forma desde la plaza Angelópolis, un centro comercial que deslumbra junto con su entorno, moderno y funcional, con periféricos que lo hacen ver como un freeway americano.
Cerca del foro es momento de ingresar al estacionamiento y ya se escucha de fondo a través de las bocinas de la estación exa , Rock you Like a Hurricane, una imprescindible de catálogo teutón.
Es cuando ya en camino del ingreso del teatro, vienen los recuerdos, viene a mi mente el año 1984, insignia en cuanto a poder de promoción y atención internacional del fenómeno Heavy Metal en este país. Cuando nombres como Axe, los holandeses Vandengberg, los canadienses Coney Hatch, Cobra, los americanos Twisted Sister, Motley Crue, Dokken, Picture, los suizos de Krokus , eran programados en la radio FM , y sus videos eran de igual forma presentados cada sábado en programas como A Toda Música y Alta Tensión en canal 8.
La época de gran impacto en revistas especializadas como Conecte y Rock Pop. Enormes años en los que las compañías disqueras editaban en formato nacional a todas estas bandas.
De ahí que llegaron a encontrarse en estantes de Aurrera y Comercial Mexicana, piezas de colección como los discos de Ozzy Osburne, de Iron Maiden, de Judas Priest y desde luego de los Scorpions, la banda alemana.
Todo ello pasó en mi mente entre la puerta principal y la butaca de la fila D en la sección Diamante derecho que arriesgando la economía logré a través de amable familiar. A metros de los Scorpions!!!!
Poco a poco fue ingresando la banda rockera de Puebla, entre la que desde luego se mezclaban generaciones y algunos que seguramente no sabían de que se trataba el asunto, pero al final todos con entusiasmo elevando silbidos y gritos cada vez que los ingenieros de sonido probaban el estado de los instrumentos.
Mientras de fondo se escuchaba algo de Deep Purple, de los australianos de ACDC, Van Halen , y otras bandas que de igual forma traen magníficos recuerdos.
De tal forma al filo de las 9 de la noche se apagaron las luces y el auditorio del siglo XXI a tope comenzó a vivir por primera vez la experiencia de recibir a uno de los principales representantes del Heavy Metal de los 80’s , y una de las bandas más importantes del rock mundial.
El primero en aparecer fue el bataco, uno de los miembros no originales del grupo pero que ya lleva algunos años. Welcome to Humanity nos dio la bienvenida y de inmediato asaltaron el escenario el joven bajista, no original, y los dos maestros de la alineación originalísima, Mathias Jabs y Rudolf Schenker, impecables , en forma exacta , ataviados como verdaderos rockers, vigentes y con la experiencia de 30 años a cuestas. Formidable.
Finalmente apareció Klaus Maine , la voz de Scorpions, idéntica pese al paso de los años, con el carisma de siempre. Ahí estaban frente a la que ellos llamaron Puebla , Puebla loca. Scorpions en Puebla, Scorpions en México nuevamente, una de las bandas metaleras que más ha tocado en este país.
Apenas la noche anterior habían llenado a tope La Arena Monterrey, y esta noche hacían lo propio con el Siglo XXI poblano. Los promotores habían “arriesgado” y confiaron en que la fuerza Heavy Metal redituara ganancias.
Por lo pronto en Puebla así será. Lleno total de un auditorio al que le calculo algo así como 5 mil de aforo, fans que esperaron muchísimos años para finalmente tener a Scorpions en su ciudad.
Con el privilegio de prácticamente estar tocando a los alemanes, comenzó la fiesta y cada uno la viviría a su manera, aunque fue notorio que la mayoría íbamos por las rolas de la mencionada época de oro del Heavy Metal. La que conformaron los legendarios Black Out y Love at First Sting, del 82 al 84. Quizá disfrutaríamos viejos temas y algunos excelentes del nuevo CD, pero la magia estaba en los anteriormente mencionados.
De ahí que con tan solo algunos minutos y tras haber escuchado la primera rola, el destino del set list se vería alterado para sorpresa mía y quizá de algunos otros.
Y de que manera!!!!!!
El Set list mantuvo la línea del que estuvimos revisando la semana pasada, sin embargo las 4 modificaciones que sufrió fueron verdaderamente importantes para quienes estábamos metidos con Scorpions hasta el hueso en la preparatoria. Dos de ellas sencillamente IMPRESIONANTES!!!!!
Fue tal el impacto que grité a los cuatro vientos, NO PUEDE SER¡¡¡.
Cuando estaba esperando The Game of Life del nuevo CD, de pronto se escuchanla degradación de escalas de Bad Boys Runnig Wild, ufff, no lo podía creer. Sacrificaron algo del nuevo CD por una de las rolas del LaFS. Bárbaro. Imágenes en mi mente del pasado glorioso de la WFM Rock Stereo de Luján. Brutal.
The Zoo para beneplácito de la banda dura se mantuvo, así como alguna otra del Unbreakable; Coast to coast , permitió que el público se diera cuenta de la grandeza musical de esta banda , hasta quedar los 4 prácticamente invadiendo la zona Diamante , moviéndose al mismo paso. Una estampa de esas que quedan para siempre.
De pronto se anuncia otra rola no esperada, Send me an Angel. Bellísima, con las acústicas en su punto y una voz a la altura. Holiday es la secuencia lógica y la interpretan completa, con el rompimiento del último minuto. Un gran momento.
Posteriormente se esperaba el tributo a viejos temas, sin embargo la banda tenía otros planes para Puebla.
Avientan al ruedo You and I y levantan los celulares para iluminar la balada. Un buen tema que de cualquier forma hizo felices a los incondicionales de los 90’s.
Y finalmente la última sorpresa que casi provoca en mí un infarto. Se escucha la batería y el inicio de Leavin you, también del LaFS. INCREIBLE!. Locura total!!!!!!!!!!.
De ahí al climax para ya terminar de “hacernos pedazos”.
Un solo de bajo y bataca efectivos y……..
Black out ¡
De corrido los temas del climax, incluido Dynamite en el que poco me faltó para tirarme al suelo y enloquecer.
Big City Nights y Still lovin you , para seguir aceptando que el Love at First Sting es junto con Black Out , el L.P. que le cambió la cara a Scorpions y lo convirtió en uno de los jefes del Metal.
Wind of Change finalmente apareció y provocó alarido entre la comunidad alemana que estaba dentro del foro. El tema insignia para las nuevas generaciones.
Y el encore brillante con la poderosa Rock you like … y la Power Art Ballad de Scorpions, When the Smoke is Goin Down, tras la que se retiraron.
Con dos horas de duración se vivió un momento histórico para el rock and roll en esta ciudad. Porque en Puebla nunca había tocado una banda de estas proporciones. A nivel Metal ellos apenas son aceptados en el circuito.
Realmente fue notoria la emoción de los fans ante la primera visita de Scorpions, incluso alcancé a escuchar que muchos fans se felicitaban unos a otros, daban gracias al cielo de que FINALMENTE se haya logrado traer a una de las piezas sagradas del Hard Rock.
Scorpions por su parte se comportó a la altura, sonriendo, integrando a la fanaticada, conscientes de que en el mejor de los sentidos los poblanos tenían hambre de Metal, tal y como nosotros la tuvimos por allá del inicio de los 90’s cuando años después finalmente los Guns abrieron la puerta a este estilo rockero de alto decibel.
Los Scorpions a la altura. Aceptaron subir mantas al escenario, el bajista portó la mitad del concierto la casaca nacional, y la bandera mexicana con todo respeto fue portada por Klaus Maine sobre el hombro, ante la insistencia del los fans. Incluso la playera de la franja (de la escuadra del Fut de Puebla) hizo su aparición.
Fue para acabar pronto un Open House metalero en Puebla , y que mejor que los Scorpions que se encuentran en plenitud de facultades para llevarlo a cabo.
De ahí que la neblina de esta madrugada, las horas sin sueño y el riego de la carretera, valieron por mucho la pena. Scorpions y el público lo hicieron posible.
Las luces se apagaron y nos dirigimos hacia la salida, que maravilloso escuchar decir a los fans, :“después de este concierto, yo creo que si traen a Judas Priest”. Sin duda, el metal nunca morirá… en Puebla acaba de nacer.
lunes, 20 de agosto de 2007
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3 comentarios:
Hola Alberto!
Parecía que estaba leyendo un artículo en otro idioma, indescifrable para mí a pesar del esfuerzo. Quizás por no ser contemporanea de la época ni del gusto musical... pero lo que te puedo decir es que con tu excelente descripción, pude ir imaginando todo el concierto, el ambiente, los sucesos, el sonido y pude compartir tu emoción y alegría de haber visto a Scorpions en mi "tranquila" y conservadora ciudad.
Y aunque no lo creas, yo los ví en l990, hace 17 años, en su tierra natal, en un concierto patrocinado por Volkswagen para lanzar su nueva línea de modelos "A3".... para mí será inolvidable el momento en el que 30,000 personas en la Arena de Futbol de la ciudad de Wolfsburg, volteabamos al cielo, a ver descender un helicóptero iluminado por reflectores, sosteniendo a un jetta VW, que transportaba a tan famosa banda mientrasempezaba a sonar su música a todo volúmen.
Y te confieso que a pesar del frío invernal alemán, la emoción de la gente hizo que mi corazón latiera mucho más rápido.
Un abrazo
Tu prima Lucy
Hola Alberto!
Cuando desayunabamos esa mañana del 18 de agosto en la Plaza el Triangulo, con tus compartires acerca de la función del grupo Scorpions en Puebla y tu entusiasta espera de un grupo del cual eres fans, me dejo con la inquietud de si se cubrirían tus expectativas... después de leer tu reseña no cabe duda que si fue así. Ahora espero tus comentarios acerca de la función que este mismo grupo ofrecera en el DF.
Un beso María Esther
Hola Alberto:
Me encantó tu descripción del concierto. Parece que leiste mis pensamientos y conectaste con mis emociones, aunque nunca podría haberlo escrito tan bien como tú. Mi hermana y yo estuvimos en la fila C, del diamante derecho. Cada centavo del boleto valió la pena; durante el concierto le comentaba a mi hermana: "no puedo creer que estemos aquí, que los estamos viendo en vivo". Grité, canté y aplaudí a más no poder; hubiera querido que siguieran tocando varias horas más. Tienes mucha razón cuando dices que los Scorpions se comportaron a la altura: abiertos, sonrientes, sin poses de divos, muy empáticos con los fans, en fin, como los grandes y profesionales artistas que son. Todos magníficos, especialmente Matthias Jabs y Klaus Meine. En el sitio del primero le preguntan si no le cansa salir de gira, y él contesta -y dio muestra de ello-"es la mejor parte de lo que hacemos". Creo que fuimos testigos de un concierto que no sólo sus fans, sino ellos también disfrutaron enormemente. Tomé algunas fotos y videos con mi teléfono, la verdad no salieron muy bien que digamos pero no me importa. Son excelentes recuerdos, además de los que quedaron en mi mente y mi corazón.
Gracias por compartir tu experiencia,
Guadalupe.
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