"Aquel que logré sacar la espada...
Mitos y Leyendas de las Islas Británicas sobre las que el Rey Arturo tiene un peso específico.
El pequeño Wart hijo adoptivo de Sir, Ektor que corría por los bosques y campiñas inglesas para alguna tarde encontrar al Mago Merlin y comenzar su instrucción, es trasladado por Guy Ritchie a Londres para ser cobijado en un prostíbulo y desde ahí tender los puentes hacia el Castillo en el que que reina el cruel Vortigen,
Esta versión del personaje se queda a la mitad del camino.
Se alcanzan a mirar elementos imprescindibles del relato medieval, pero no se interna con dominio y pulcritud, su cohesión de pasajes se abalanza de manera precipitada en el cuento simple, rápido, sin delicadeza.
El Rey Arturo sin Merlin es un proyecto inacabado, y el vuelo del otrora Buho Arquímedes no sustenta su ausencia.
El centro de atención debió ser la extracción de la espada , aquella que había quedado inerte entre un viejo yunque y su base empedrada. Aquella que cifró letras de oro en su empuñadura...
"Quien logre sacar la espada se esta piedra y de este yunque es el legítimo heredero de la corona de Inglaterra"
Y no lo fue. Una escena mas sin la carga emocional que merecía.
El origen del mito está presente en la valentía de Uther y la desdicha de Vortigen, quien presa de la ambición sacrifica lo inimaginable por conjurar la amenaza del legítimo heredero.
De ahí se insiste en ir aprisa sin disfrutar el relato cuya riqueza exigía mejor vestuario, más letra y menos música.
De cierre una mesa redonda ataviada de los futuros caballeros ni la fuerza de efectivos efectos especiales fueron suficientes para evitar el trago amargo de una historia que cinematográficamente pudo haberse resuelto de mejor forma.
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