Alien Covenant (2017) Dir. Ridley Scott
"...no merecen volver a empezar"
En 1979 el insomnio se apoderó de mi por varias semanas tras haber observado como una especie de cangrejo horripilante se impregnaba en el casco de uno de los tripulantes ( Kane) de la nave Nostromo.
Una secuencia de proporciones terroríficas quedó fijada en el espacio exterior para siempre.
La especie mitad orgánica y mitad inorgánica que de forma brutal se incubó en cuestión de horas en el cuerpo Kane cavó en las entrañas de su cuerpo una espeluznante expulsión al mundo del cine de horror.
El pequeño Alien se alojaría entonces en los rincones de la nave espacial y en los cerebros de generaciones enteras
Eso fue entonces.
Esto es ahora..
Tras recorrer varios remake, Alien vuelve a engendrar terror en una nave especial. Vuelve a ser sustraída de un planeta en apariencia habitable para una nueva generación de seres humanos.
La mítica silueta creada por el suizo H.R. Giger se apodera de la pantalla en lapsos para ir creciendo en forma hasta convertirse en el embrión maduro que la historia conoce.
La anatomía de este Alien también dirigido como en el 79 por el maestro Scott transita referencias clásicas. Una premisa similar coloca a los tripulantes en el planeta equivocado, frente a la colonia hambrienta de vida.
Scott siembra algunas diferencias de salida.
En sus primeros minutos plasma una presentación filosófica con leyes y conceptos de la creación, en el que aparece el despiadado androide David, nombre inspirado en la escultura de Miguel Ángel.
"Yo en cambio se quien es mi creador" alcanza a replicar de forma contundente.
Enmarcado en un set mas pronunciado por sus matices a entornos Kubrick < Odisea del Espacio y Naranja Mecánica> se bocetan presagios temibles.
La acción se llevará finalmente a cabo en la nave Covenant que regresa al punto sin retorno en el hace quince años Prometheo aterrizó.
Ciertamente existe una conexión con aquella cinta, sin ser definitiva su revisión para comprender lo que el despiadado androide planea en su mente sobrehumana.
Imprescindible desde los ángulos que se quiera mirar, Alien es una buena nota para la sinfonía de ciencia ficción moldeada de sangre y mas aún para quienes alaban el culto de los trazos en papel sobre los cuales H.G. Giger detonó mundos apocalípticos que nos han perseguido a lo largo de las décadas.
Mientras no se mire desde el casco de Kane, habrá oportunidad de sobrevivir.
Obligada!
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