viernes, 26 de octubre de 2012

Marillion. Teatro Metropolitan, México D.F. 26 de Octubre de 2012.

Ocho largo años pasaron para volver a ver a Marillion en concierto en la ciudad de México.

La legendaria banda británica, celebra 30 años de trayectoria trayendo bajo el brazo su última grabación “ Sounds that can´t be made” y recorriendo parte de Sudamérica tocando finalmente México.

La importancia de Marillion para el Rock es incuestionable, como parte fundamental en los años en que la mayoría de las joyas británicas le dieron la espalda a una de las raíces más celebradas del Rock en los 70’s, el Rock Progresivo; Marillion detectó con perfección las razones que llevaron a declive de dicha corriente, ajustó motores y mantuvo a flote el Rock Arte.


Con dos eras a sus espaldas , la primera junto a su primera voz el legendario Fish, colocándose como la propuesta intacta y revolucionada de lo que había sido Genesis en su primeros años , para posteriormente saberse adaptar a los nuevo tiempos de la mano de Steve Hoghart, actual garganta de la agrupación.

En ambos mundos fabricando música de altísima calidad, en ocasiones con octanajes de mayor densidad y en otros dejando el experimento de lado para dar paso a temas más comerciales, pero en toda etapa escupiendo virtuosismo a manos llenas.

Por ello se colmó el Teatro Metropolitan. Seguidores de ambos mundos respetando cada era como el que reconoce que sin un principio no habría futuro, pero al mismo tiempo consciente de que el pasado se diluye si no se evoluciona. Y Marillion esa palabra la conjuga de manera brillante.

El concierto de esta noche es muy probablemente el mejor que ha dado la banda incluso superior a la primera noche que los vimos hace ya 20 años, en Julio con un recién integrado Steve Hoghart como parte de la banda. A dos décadas el inicio del concierto fue el mismo, son Splintering Heart y Cover my Eyes, trayendo de inmediato a nuestra memoria la fantástica noche de 1992. Esta vez con un SH convertido en un majestuoso líder de escena, rompiendo en pedazos cualquier duda – si acaso alguien dudaba- de su capacidad como histrión moderno. Brutal ¡!!


La banda prosiguió con temas de ambos mundos, en su mayoría del mundo reciente de SH pero desde luego asomándose a la vieja era con temas de sus primeros discos; Slainte Mhath nos transportó al sonido más puro del incipiente camino llegando al punto más alto en su Misplaced Childhood Era con Kayleigh y Lavender.


Alrededor de ellas Marillion mantuvo la lírica expuesta con dos espectaculares momentos que alcanzaron a rozar el domo de su virtuosismo, con King y Neverland, dos tremendas obras. Junto con The Invisible Man temas que nos reencontraron con la era conceptual que no todos habíamos apreciado en el momento de su concepción original, en mucho por la ausencia de la banda durante tantos años de México. Hoy sin embargo se rescatan temas que confirman lo adelantado que ha estado Marillion a su tiempo en muchos momentos de su historia.

No One Can y Beautiful, el equilibrio perfecto en armonías. Dos temas del nuevo disco que manifiestan el avance constante en arreglos, composición y ejecución. Los sonidos de la guitarra de Steve Rothery parecen no agotarse jamás. La base rítmica de Mosley y Trewavas rompe en circuitos que Mark Kelly va amalgamando a la perfección. Estamos frente a un grupo fuera de serie.


La noche se diluye, Marillion se retira con Garden Party, obra progresiva que recuerda los años en que el quinteto apostaba por mantener el mito de sus antecesores YES, King Crimson y Genesis , hoy literalmente sobrepasado por su propia capacidad escénica.


 
Fotos Concierto : Fernando Aceves
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