Warrior. (2011) Dir. Gavin O'Connor
En 1975 en las calles de Filadelfia, poco después de las 4 de la mañana con un frío monumental como marco, calles en las que reina la depresión, calles en las que no se aprecia ni siquiera a un perro callejero, aparece Rocky. El tipo vestido con un pants con capucha y unos tenis Coverse se alista para otro día de entrenamiento.
A cerca de 40 años de que Rocky apareció en las salas cinematográficas del mundo, la fórmula parece seguir funcionando y lo que es mejor, siendo tratada de manera inteligente.
Warrior retoma mucho de los pilares sobre los que descansa Rocky.
La historia de dos hermanos que desde diversos ángulos y por circunstancias ajenas a su control se involucran en un concurso de luchas mixtas en busca del gran premio que los libere de muchas presiones no sólo económicas.
Hasta aquí el tema parece convencional, pero no lo es.
La lucha interna que cada uno de ellos enfrente con su pasado trasciende los combates físicos que enmarcan el desarrollo de la historia. Tommy, el menor de ellos parece ser el más afectado por el abandono de su padre y la crisis que vivió junto a su madre. Brendan , el mayor , lleva sin embargo una carga igual o mayor de fuerte a sus espaldas, al no haber podido estar en los momentos que su hermano y madre lo necesitaban.
Paddy , el padre de ambos cierra el círculo sobre el que giramos fuera del ring de batalla.
Warrior alcanza momentos muy emotivos y termina siendo una cinta interesante, con todo y las secuencias de entrenamiento muy al estilo Balboa. Los actores, en especial Tom Hardy, sin mayores diálogos transmite la rabia que tiene hacia su existencia, pasado y en especial hacia su padre. Nick Nolte en el papel de Paddy luce esplendido, y ambos en una escena en la habitación de su Hotel logran llevar la cinta a niveles muy emotivos.
El manejo de todos los elementos es equilibrado, la música, la continuidad y desde luego las escenas dentro y fuera del ring, convierten a Warrior en un drama sólido bien axpuesto con una historia que cautiva y que logra llevarnos al filo de la butaca independientemente del lugar en el que la escena se desarrolle. Muy buena.
sábado, 4 de febrero de 2012
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