PALACIO DE LOS DEPORTES, MEXICO D.F, 7 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Fotos Fernando Aceves
Fue dicen los Scorpions la última gira. Digna en todo caso la despedida.
Su presentación en un repleto Domo de Cobre ante una de las bandas de rock que mas veces han visitado nuestro país. Y si bien nunca podremos comparar la noche del mítico 1994 – su primera vez- en este encore de giras se cumplieron las expectativas cabalmente.
El grupo derrochó energía de pies a cabeza y aún cuando su escenario fue realmente pobre, su música hizo que valiera el boleto, principalmente y como es costumbre gracias a los temas que conformaron ese par de platos inolvidables e insuperables en muchos aspectos registrados en plena efervescencia de nuevo Heavy Metal en la primera mitad de los 80’s, el Blackout y el Love at First Sting.
Los mercaderes de metal pesado alemán cumplieron con una noche de buen hard y lograron contagiar a los fans de tal energía que te hacen olvidar lo meloso de los vientos de cambio entre celulares prendidos que bien podrían delinear la vieja puerta de Brandenburgo.
La banda más grande de rock que ha dado Alemania cerró una historia brillante antes sus fans aztecas y sólo el tiempo dirá si los volveremos a ver. Yo creo que si , dado que en principio esta gira iba a ser en su totalidad un repaso completo a los dos discos señalados, algo que seguramente se guardarán para su retorno en un par de años.
De cualquier forma siempre recordaremos a estos profesionales que desde hace tiempo escribieron su nombre con letras de platino en los anales del rock.
Fue dicen los Scorpions la última gira. Digna en todo caso la despedida.
Su presentación en un repleto Domo de Cobre ante una de las bandas de rock que mas veces han visitado nuestro país. Y si bien nunca podremos comparar la noche del mítico 1994 – su primera vez- en este encore de giras se cumplieron las expectativas cabalmente.
El grupo derrochó energía de pies a cabeza y aún cuando su escenario fue realmente pobre, su música hizo que valiera el boleto, principalmente y como es costumbre gracias a los temas que conformaron ese par de platos inolvidables e insuperables en muchos aspectos registrados en plena efervescencia de nuevo Heavy Metal en la primera mitad de los 80’s, el Blackout y el Love at First Sting.
Los mercaderes de metal pesado alemán cumplieron con una noche de buen hard y lograron contagiar a los fans de tal energía que te hacen olvidar lo meloso de los vientos de cambio entre celulares prendidos que bien podrían delinear la vieja puerta de Brandenburgo.
La banda más grande de rock que ha dado Alemania cerró una historia brillante antes sus fans aztecas y sólo el tiempo dirá si los volveremos a ver. Yo creo que si , dado que en principio esta gira iba a ser en su totalidad un repaso completo a los dos discos señalados, algo que seguramente se guardarán para su retorno en un par de años.
De cualquier forma siempre recordaremos a estos profesionales que desde hace tiempo escribieron su nombre con letras de platino en los anales del rock.
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