domingo, 5 de septiembre de 2010

MILLENNIUM -LA TRILOGIA-

Millennium Trilogy Films, basados en la novela de Stieg Larsson.

The Girl with the Dragon Tattoo (2009) Dir: Niels Arden Oplev



Conocida también por su título original, “Los hombres que no amaban a las mujeres”( Män som hatar kvinnor ) es la primera de las tres cintas que se basan en las novelas Millenium , del escritor y periodista sueco Stieg Larsson .

Esta primera entrega nos abre el camino de una formidable serie de historias entrelazadas que nos irán llevando por el camino del suspenso en el más puro y estricto sentido, logrando resultados excepcionales.

La historia se centra en dos personajes y a partir de ellos el abanico de posibilidades explota hacia muchos géneros, incluido desde luego el drama y por momentos el terror.

Lisbeth es una joven de 24 años rodeada de aretes, tattos y un pasado misterioso, que presta sus servicios en una agencia de investigación que asume sus talentos como hacker experta y la instruye para investigar al periodista del semanario Millennium Mikael Blomkvist.

Mikael acaba de ser sentenciado a pasar algunos meses en prisión por cargos de difamación a un empresario con influencias en la ciudad de Estocolmo, sin embargo en semanas previas a cumplir la condena se le encomienda de manera privada la investigación de un crimen.

Es cuando los dos personajes logran entablar relación y tratan de resolver el caso de este homicidio que tiene la rara peculiaridad de haber sido perpetrado 40 años antes y del cual se mantiene un velo de misterio. Cada uno en su papel y mostrando lo mejor de sus fortalezas intenta aportar elementos para saber que ocurrió exactamente al momento del crimen.

En el camino se van mostrando pistas, nombres de sospechosos sin dejar de mostrar en pequeñas dosis las razones que han llevado a Lisbeth a estar tan involucrada en el caso.

La primera entrega logra de alguna manera cerrar el misterio del crimen, pero abre inmediatamente las posibilidades para dar seguimiento a la secuela “The Girl who played with Fire” que conecta los hechos de manera específica con la vida pasada de Lisbeth de forma tal que ella misma es sorprendida por los hechos.

“The Girl who played with Fire” (2009) Dir: Daniel Alfredson



Lisbeth y Mikael no están más en contacto físico sin embargo la joven se mantiene de alguna manera pendiente del trabajo del periodista. Millennium decide dar seguimiento al caso de trata de blancas que involucra nombres de altos funcionarios ligados a la política y alta sociedad, quienes aparecen como “distinguidos” clientes de estos servicios.

A partir de este momento Lisbeth se interesa en la investigación, pero no espera el golpe que se avecina y que de lleno la vuelve a ligar con los hechos.

Sin duda esta segunda parte logra mayores alcances en cuanto a esbozar la historia personal de Lisbeth, se develan en su totalidad los pasajes de la infancia y adolescencia que la han marcado. Esto de alguna manera enriquece la historia y ofrece una perspectiva clara que incluso termina por darnos respuesta de algunos momentos mostrados en la primera parte.

Las actuaciones vuelven a ser precisas, cada uno de los personajes aportan los elementos suficientes para mostrar el lado humano (benévolo y malévolo) de quienes juegan sus papeles, uno de ellos el abogado, segundo tutor de Lisbeth, y desde luego el villano Ruso de esta secuela.

Nuevamente quedan abiertas las hojas de lo que será la adaptación a la novela en la tercera pasta, “The Girl Who Kicked the Hornets' Nest”.


The Girl Who Kicked the Hornets' (2009) Dir: Nest Daniel Alfredson



La tercera cinta que cierra la trilogía da un paso atrás respecto a las dos primeras entregas, sin embargo no desmerece y debe ser revisada.

Por momentos el suspenso y acción es relevado por escenas más enfocadas a la revisión de los casos, con diálogos largos y por momentos confusos. Lisbeth permanece asilada de la adrenalina y Mikael parece perderse en la realidad que se muestra; no obstante se logra tejer un guión repleto de preguntas que logran tener respuesta en el momento justo. Ya desde la segunda puesta se vislumbraba el centro de la conspiración, pero nunca se permitía al espectador acercarse al epicentro.

Esta vez, sin estar conscientes ya estamos de golpe situados en el centro del tema, sin velos de por medio y con las razones que nos permiten pensar en que todo estuvo hilado desde el principio. De una manera siempre estuvimos conscientes, pero de alguna otra nuestra atención se desviaba en los hechos que rodeaban a Lisbeth y a Mikael, en la acción presente y no en los resultados futuros.

Y aunque no puedo situarla al nivel de la chica del Tatto o del Fuego , lo presentado en la Chica avispa, es un digno final a la trilogía.

Excepcionales ¡



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