martes, 23 de octubre de 2007

THE CURE , 20 Y 22 DE OCTUBRE PALACIO




Quizá lo más “preocupante” para mí la tarde del sábado fue el hecho de darme cuenta que MIS VIEJOS grupos han sido enviados con pase directo al Auditorio Nacional.

Quiero pensar que por su clase y estilo , y no tanto por la edad , quizá , quien sabe.

Lo cierto es que no regresaba al Palacio de los Deportes después de ese atormentado concierto de Motley Crue en el que perdimos varias neuronas auditivas. 1 año 7 meses!!!!!!

Porque el Palacio de los Deportes es, pese a su domote mal estructurado acústicamente hablando, el lugar en el que un servidor respira de forma más pura el ambiente rockanrolero. Sobre todo si nos cargamos del lado más metalero y alternativo.

Por ello fue bueno regresar al lugar en donde hemos ya visto célebres conciertos.

Y que mejor que hacerlo para encontrarse con una banda a la que llevaba tiempo queriendo cazar . Finalmente 3 años después de aquella primera vez que vinieron y que me dijeron algunos fue apoteósica, pudimos checarlos en vivo y sobre todo confirmar lo que ya estaba escrito. The Cure es una de las bandas que mas se arraigó en los seguidores de su generación. Una banda de las llamadas de culto.

Esas que van más allá de lo estrictamente musical y heredan su imagen, actitud y estilo de vida en sus fans. Un verdadero icono de la cultura musical del siglo pasado.


Por ello fue especial todo . Lo que sucedería adentro y el ambiente que se respiraba afuera. Menos denso ciertamente de lo que esperaba, pero de cualquier forma se notaba el cabello despeinado de las generaciones que junto a The Cure vivieron los años de incipiente adolescencia. Años en los que Robert Smith ya se había hecho de un nombre en la Londres post-punk , con un cuaderno de letras que le llegaban al corazón a la los nacidos a la mitad de los setenta.


Sin la fuerza que The Clash o los Sex Pistols tuvieron en sus épocas de oro y sabedor de que el Punk ya estaba moribundo, The Cure tomo lo mejor de su repertorio y se metió por una puerta comercial que le colocó varios éxitos en las listas de popularidad y lo ubicó en la categoría de fenómeno. Se metió en parte a las corrientes New Wave , la New Romantic con el sello Gothic que todo mundo refiere. Ya estudiaré más del tema, es interesante y es después de todo -o antes diría yo- cultura musical.

Con ese contexto nos metimos finalmente al llamado Domo de Cobre y en punto de las 8:20 , el viejo club Londinense que llevábamos en la mente apagó sus luces...

El grito de la multitud fue diferente!. Llevo escuchando algunos inicios de conciertos y el tipo de grito es especial , o al menos así lo considero. Seguramente en principio hay que recordar que The Cure apenas viene por segunda vez a esta capital, y seguramente algunos nunca los habían visto. Parece que la energía guardada por tantos años de ausencia se iba a hacer presente esta noche.

Con un poso de conocimiento adquirido observe como aparecieron el novel bataco, el que se dice es el cuñado guitarrista, de hecho lo es, , el bajista de algunos ayeres, y para cerrar -abrir- apareció el icono, Robert Smith.

Ahí fue cuando enloqueció la armada de fanáticos y se cimbró todo.

The Cure comenzaría así 3 horas exactas de concierto. 3 Horas en que para el seguidor más aferrado atravesarían su alma negra con labios rojos algo así como 35 rolas.!!!

Eso desde cualquier punto de vista es para agradecerle a un grupo o solista. Iban y venían los temas y el juego de luces contrastaba perfectamente con la banda. La siluetas de los tres músicos y su líder, como sombras difuminadas en medio de la nada.

Ahí estaba The Cure , dándole con todo. Guitarras , bajo y batería.

Realmente la música de The Cure no es precisamente apreciable en el Palacio. Las guitarras en ocasiones se quedaban cortas y no se alcanzaban a escuchar esos arreglos tan distintivos en las guitarras. Entre la gritería y el límitado acústico , se perdían un poco, pero no lo suficiente para arremeter con los coros más famosos y la voz tan peculiar de Smith.

Pese a que The Cure tuvo que convivir en los 80’s (cuando Robert Smith debió haber convivido más con los setenteros ), algo que en mi forma de ver fue un handicap en contra para muchos grupos fértiles nacidos a fines de los setentas, hubo tiempo para el experimento y hasta el riff más alternativo de lo alternativo que puede desembocar en temas que se extendieron de los 4 minutos.

Es aquí en donde concluyo en principio que The Cure es una banda para verse en vivo, superan en varios momentos lo que se oye en los discos. Just Like Heaven en vivo es dinámica y se sale de las reglas, ...Love song corre vertiginosa sin perder su esencia.

Así , los minutos que Smith tomó para experimentar me permitió asegurar que detrás de ellos hay fuerza de ejecución,

Hay capacidad en el baterista Jason Cooper que nunca bajo el ritmo, y trabajó a la perfección el redoble en muchos temas.

El bajista Simon Gallup es un pedazo de rocker con actitud. Sus poses me hacían recordar la era el L.P. Sandinista de The Clash. El video del Rock del Armadillo.

Porl Thompson en la lira , carga con buena parte del sonido de The Cure, y también con los años de gloria en que The Cure le pegó a su trilogía de discos ...sin olvidar los tres hijos -sobrinos de Robert Smith.

Desde luego que Robert Smith es la pieza más identificable , la historia lo avala como el líder de The Cure , y creativo de facto. No sobran palabras, todas lo definen como lo que es, un artista original.

La noche alcanzaba las 2 horas y fracción y tras un momento de relax llevado por temas menos conocidos para la bandota que lleno el Palacio, se dejó venir el cierre con temas que volvieron a subirle a termómetro. De golpe en lo que ya era el tercer Enchore aprecieron boys don't cry, jumping someone else's train, grinding halt, 10.15 saturday night, killing an arab. Esta última algo realmente digno de verse en cuanto a comunión con todos los fans.

En punto de las 11:20 termino el concierto, uno muy especial ya que las expectativas se habían cubierto. Ser testigos de la tocada de una banda que es diferente, cuya música, imagen conforman UN CONCEPTO, imposible de separar.

Un día antes Robert Smith había dicho que nadie podría impactar nuevamente como lo hicieron el viejo Hendrix y sus contemporáneos, que The Clash había sido la última banda que había hecho algo realmente diferente en aquella era Punk. No importa.
The Cure de cualquier forma se ha ganado un lugar especial en la historia del Rock and Roll....




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