miércoles, 2 de noviembre de 2011

RINGO STARR AUDITORIO NACIONAL1 DE NOVIEMBRE DE 2011

RINGO EN MÉXICO !!

“Mi vida nunca más correrá paralela a los Beatles”, declaró Ringo en Mayo de 1980, en la serie de entrevistas que concedió con motivo de la grabación de la película el cavernícola en la que interpretaba a Atouk, representante de la inteligencia humana que tenía que luchar contra la fuerza bruta del hombre primitivo. Ringo en aquellos años ya había participado en un buen número de películas, aceptaba que prefería el cine a la música y reconocía que sus L.P solistas no vendían lo que él esperaba.


Despreocupado, enamorado de una de las chicas Bond de nombre Barbara Bach y persona difícil para la prensa, el ex baterista de los Beatles pisó suelo mexicano sólo en plan promocional para promocionar el Carvernícola y se regresó a Inglaterra. Nunca imaginamos que 30 años después lo veríamos tocar la batería en vivo en nuestro país. Eso sucedió precisamente la noche de ayer en el Auditorio Nacional. Una de las 4 columnas sobre las que se sostiene el mito Beatle encarnó una versión musical alejada del cuarteto para presentar un concepto original en el que rodeado de magníficos músicos se expresó como siempre despreocupado y sincero. Y la verdad a estas alturas en que los set list se publican por todos lados, sólo pocos esperaban un repertorio clásico del cuarteto. De ello no se trataba el asunto. Ringo y su All Starr Band es un concepto en el que los músicos invitados adquieren por momentos un papel protagónico. De ahí que desde Rick Derringer, Edgar Winter, Richard Page, Gary Wright y Wally Palmer ejecutaron en pares éxitos de sus respectivas bandas que les dieron fama. En su papel de anfitrión, Ringo interpretó algunos temas que los fans esperaban, siendo sin duda Yellow Submarine el punto más cercano a la legendaria Invasión Británica fundamental de mediado de los 60’s y son ecos clave en los 70’s.
 

 Algunos más o algunos menos, lo importante e inolvidable en la mente de muchos fue sin duda ver a Ringo Starr subirse a la tarima y ejercer su autoridad como pionero entre los bateristas del Rock and Roll (único par posible Charlie Watts); si era interpretando Photograph o con It Don´t Come Easy, realmente era lo de menos. Ahí en ese preciso momento en que Ringo tomó las baquetas y comenzó en su peculiar e inigualable estilo a hacer sonar la bataca Ludwig, el tiempo se abrió de capa y nos llevó en dirección y sin escalas a Abbey Road. Se habían alineado los planetas.
 

 Entero físicamente, el legendario baterista se manejó de manera versátil a lo largo de la noche, sin robar cámara – algo casi imposible- para dejar que el público liberara tantos años de espera, cerca de medio siglo desde la edición del primer acetato de los Beatles de 1962.


 
 


 Noche histórica que nadie va a olvidar…!

Fotos Fernando Aceves 
Revista Sonido y disco alberthall

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