La película que exhibió en el 2006 la capacidad de los Noruegos para el género del terror, y que narra la historia de 5 jóvenes que aprovechan el período vacacional para irse a esquiar a las bellísima montañas que adornan aquella fría región y que ante un accidente se ven forzados a refugiarse en un hotel abandonado para comenzar a vivir un episodio de pesadilla, traduce desde mi perspectiva la intensidad en esta segunda parte.
Los niveles de tensión por momentos se incrementan y sin llegar a ser algo extraordinario, logra llevar al espectador al límite de la butaca , alcanzando el fin último de entretener a lo largo de casi 100 minutos.
El asesino y los personajes son bien dirigidos. El escenario es ideal para dar juego a la cámara en mano y atemorizar tanto a protagonistas como a espectador.
Los niveles de tensión por momentos se incrementan y sin llegar a ser algo extraordinario, logra llevar al espectador al límite de la butaca , alcanzando el fin último de entretener a lo largo de casi 100 minutos.
El asesino y los personajes son bien dirigidos. El escenario es ideal para dar juego a la cámara en mano y atemorizar tanto a protagonistas como a espectador.
Pese a que es una historia recurrente en Hollywood, en manos de creativos europeos adquiere un nivel más intenso y sin tanto artificio. No hay por lo pronto palmeras, sol y autos de lujo (tampoco springbreakers). En contra una actriz que llama la ateción llamada Ingrid Bolsø Berdal, quien se nota de prinicpio a fin como lo hizo al inicio de la saga.
Si bien es importante observar la primera parte, no es necesario revisarla previamente. Incluso recomendaría echarle un ojo a Fritt Vilt 2 y posteriormente cerrar el ciclo con el origen de la historia.
Aunque con referencia directa en Jason, Myers, Leather Face y demás personajes del cine de terror/juvenil de los 80's, en pleno nuevo siglo da gusto que de manera inteligente se escriban buenos y sólidas historias para los fieles e incondicionales seguidores del género
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