domingo, 15 de noviembre de 2009

Deep Purple, Hammersmith Apollo , London, 15 Nov 2009



Difícil de imaginar cuando en el mapeo original del tour sólo se vislumbraba a YES como la banda clásica a degustar en Londres.

Pero el rock siempre tiene una sorpresa y el extra de esa gira era simple y sencillamente otro gran estelar: Deep Purple en su tierra natal.

No terminaría de escribir esta reseña, o por lo menos me llevaría capítulos enteros seguir transmitiendo a mis lectores y amigos – porque ya lo he hecho- lo que Deep Purple representó en mis inicios rockanroleros hace casi 30 años. Demasiado.

El púrpura profundo , como se les distinguía en la revista Conecte , fue para acabar pronto mi primer contacto con un rock diferente, pesado, virtuoso tan fino que por momentos se te pasaba el hecho de que en su tiempo fueron considerados la banda mas ruidosa del mundo. Algo extraordinario escuchar temas como Child in Time , Woman Form Tokyo y desde luego la mítica Smoke on The Water y la no menos clásica Highway Star.

Si bien desde 1995 el guitarrista pilar Ritchie Blackmore dejó de ser parte del quinteto inglés, la formación Mark II nos dejó Ian Gillan, el bajista Roger Glover y desde luego al maestro Ian Paice en la batería. Para reforzar la alineación dos de los mejores músicos de las siguientes generaciones, Don Airey y Steve Morse, de credenciales impresionantes. Es de hecho el Purple que hemos podido saborear en las recientes visitas que han hecho a México.

De cualquier forma ver a Deep Purple en el legendario Apollo en Londres no hubiera sido algo fácil de comprender cuando compramos el Deepest Purple en 1981. Todo a su tiempo y este domingo 15 de Noviembre quedará inscrito en la lista de conciertos como uno realmente especial.

Siendo la nuestra la segunda noche consecutiva que el Purple tocaba en este local –por el que han pasado cientos de leyendas incluyendo a The Beatles entre otros - la banda se mostró seguramente mas refinada en el toque de sus instrumentos, de ahí que no hubo un solo error de producción.

Steve Morse imprimió su origen cargado al blues y mantuvo el sello esencial de DP como en sus mejores días; Airey cubriendo con sus sello a un imprescindible como Jon Lord –retirado por convicción a fines de los 90’s- y el trío más emblemático selló una noche de excelente rock blues.

Ian Gillan el único par posible de Robert Plant vivo, sugiere al mejor vocalista –quizá con menores afectaciones en la cuerdas que el famosos voalista del otro monstruo, lidereando cada tema y marcando la pauta. De Glover y Paice sobra decir algo. Es una de las asociaciones rítmicas más sólidas de todos los tiempos.

Cerraron volviendo loca a la audiencia con Smoke y con Black Night.

El Apollo simplemente cayó rendido ante una de sus más grandes glorias.

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