sábado, 8 de septiembre de 2018

Rojo Amancer

Rojo Amanecer (1989) Jorge Fons
Festival del Cine Mexicano 2018
Fiesta del Cine Mexicano

"Se reportan 20 lesionados en un enfrentamiento en Tlateloclo. En otras noticias en unos día se  inauguran los JO 1968"

El calendario colocado en la pared de la cocina de uno de los departamentos de complejo Tlatelolco marca la fecha: 2 de octubre. 
La familia reunida para desayunar, mosaico de miradas y percepciones de su propio existir.
Desde al abuelo ex-militar cortado de tajo por la vieja guardia que considera a The Beatles un grotesco episodio musical, a los avalentonados jóvenes universitarios hizando la bandera de la justicia, lbertad para los presos políticos reclaman dn su pliego petitorio.
Familia que se verá envuelta en uno de los mas temibles acontecimientos que han derramado sangre en la historia de México. 
Choque de generaciones bajo la mirada de un gobierno autoritario que se infiltró  en los mítines para cerrar un trágico día, una trágica noche en la que el cielo fue iluminado por véngalas y halcones, enmarcado por sonido de metralleta y sirenas.
A partir de 1968 se ha escrito mucho sobre la llamada Matanza de Tlatelolco, pero en 1989 el director Jorge Pons documentó el testimonio final, Rojo Amanecer una de las cintas mas impactantes del cine mexicano.
El haber atentado contra una familia impotente detonó coraje e indignación y al mismo tiempo volvió a cuestionar los métodos empleados por el gobierno del presidente Díaz Ordaz y su entonces secretario de gobernación Luis Echeverría.
Fons logró además traducir sin artilugios los gritos ahogados de la vieja noche de Tlatelolco, matices en rojo y negro desbordados, súblimes.
La cinta en su totalidad se desarrolla en el departamento de esta familia con algunas tomas iniciales sobre la plaza de las tres culturas y las desaparecidas torres que conformaban el complejo de departamentos. 
No hay mayores tomas externas, las emociones vienen de adentro. 
De los corazones, de los pensamientos, de las palabras emanadas por unos padres preocupados, por unos hermanos idealistas que han colocado en la la pared de su cuarto un póster de Ernesto Guevara escoltado por un banderín de la facultad de arquitectura de la UNAM. Por unos niños que siguen sus rutinas habituales.
De las miradas de horror, por el miedo y la incertidumbre.
Rojo Amanecer va creciendo en intensidad, en la incomprensión de un riesgo que se cierne como ave de las tempestades.
Es sin duda una cinta que vale la pena volver a revisar, volver a comprender, volver a sentir, aunque duela y duela mucho.
Imperdible.

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