lunes, 4 de febrero de 2013

Django. 2012 Dir. Quentin Tarantino

Django. 2012 Dir. Quentin Tarantino.

Adaptación de la cinta de 1966 del Director Italiano Sergio Carbucci, que en manos de Tarantino alcanza un desarrollo extraordinario, dotado del estilo único e incomparable de éste último.

Django en 2013 no es una cinta del Oeste como la original. La temática sufre cambios significativos que sin lograr superar -por ser simplemente incomparables- a su original, le confieren máxima autoridad. Su propia identidad.

Django lo es todo. Suspenso, Drama y Parodia.

Si Tarantino nos voló la mente con "Bastardos sin Gloria", hoy repite el escenario con una historia fuerte repleta de elementos comunes centrados en el triste célebre entorno de la esclavitud.

La historia se centra en Django un esclavo de raza negra y en un cazador de fortunas que requiere de Django para lograr encontrar a unos fugitivos de ley.

Bajo la dirección del director de Pulp Fiction, la historia adquiere una descomunal fuerza y arrolla en su camino en escenas que lo mismo se manejan en el ámbito mas formal del tema- recordando el Color Púrpura de Spielberg- , como el éxtasis de la muerte y odio en cantidades abrumadoras, no menos dignas y clásicas de sus antecesoras.

Nuevamente el actor Christoph Waltz es pilar del desarrollo. Si la escena en el teatro entre Brad Pitt. y Waltz en Bastardos fue inolvidable, por estos rumbos del Sur hay momentos realmente extraordinarios y debo decir deliciosamente espeluznantes. Di Caprio contribuye a lograr el equilibrio que se necesitaba. Jamie Foxx y Samuel L Jackson brillan.

La violencia es sin duda parte de toda obra de Quentin Tarantino, pero en este caso no es su esencia, sino un marco recurrente que de ninguna manera resta mérito al excepcional trabajo de adaptación, a la historia misma.

La música juega sin duda un papel preponderante, desde el mismo inicio con el tema principal de proporciones rupestres que evocan tristeza y soledad, hasta la incorporación del maestro Jim Croce. Ya lo dijo Tarantino algún vez, sin música no tendría sentido hacer cine.

Es Django sin duda un nuevo logro en este cine tan particular de Tarantino, que nos envuelve, nos marca y nuca olvidamos.








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