Me quedo con lo comentado por Raúl...Ozzy puede llegar arrastrándose al escenario pero ya estando ahí , frente a sus discípulos , surge el monstruo, el otrora frontman del poderoso Balck Sabbath, con esa personalidad que lo convierte en un icono del rock and roll.
Para los que asistimos a ver a Ozzy hace una semana, la sorpresa fue monumental.
En lo personal el tipo es y seguirá siendo el loco desenfrenado de siempre, el hombre que se transforma y por ningún lado se le vio tan mal como presagiaba la tormenta de un reality show que parecía desmitificarlo y que sin embargo quedó atrás como un mal recuerdo que si bien te acercaba al hombre , te alejaba de la leyenda.
Y como me comentó Mac, quizá la expectativa no era tan alta como en el 95 y por ello disfrutamos tanto a Ozzy esta noche. En efecto , el concierto en el Foro ante unos treinta mil no fue lo intenso del de hace 13 años , sin embargo la flama estaba ardiendo. No se apagó ni se extinguirá en mucho tiempo.
Ozzy fue una luz oscura , como siempre lo ha sido , marcando el ritmo con sus temas insustituibles como Crazy Train, Brak at the Moon y Mr. Crowley. Un pase directo al infierno, poderosas con Zakk Wylde exorcizado por Randy Rohads a quien siempre recordamos. Los teclados en las manos de un hombre que en el apellido lleva la calidad, Adam Wakeman, el hijo de Rick.
La banda que se conforma además por el batacazo de Faith no More, Mike Bordin, que sin llegarle a Dan Castronovo en aquel año 95, aporreó y dejó constancia de su calidad más allá de lo que hizo en loas noventa. Y el bajo de Rob Zombie, o sea , puro negro oscuro con cruces y muertos.
Definitivamente un acierto haber vuelto a buscar a Ozzy , en un buen momento, con ese concepto sólo tocado por el daño que sin darnos cuenta pueden producir cuatro décadas de excesos , que el caso de Ozzy , fueron mas que palomas en su boca y que sin embargo lo tienen hoy de pie y totalmente resucitado.
Salve el Metal ¡
Para los que asistimos a ver a Ozzy hace una semana, la sorpresa fue monumental.
En lo personal el tipo es y seguirá siendo el loco desenfrenado de siempre, el hombre que se transforma y por ningún lado se le vio tan mal como presagiaba la tormenta de un reality show que parecía desmitificarlo y que sin embargo quedó atrás como un mal recuerdo que si bien te acercaba al hombre , te alejaba de la leyenda.
Y como me comentó Mac, quizá la expectativa no era tan alta como en el 95 y por ello disfrutamos tanto a Ozzy esta noche. En efecto , el concierto en el Foro ante unos treinta mil no fue lo intenso del de hace 13 años , sin embargo la flama estaba ardiendo. No se apagó ni se extinguirá en mucho tiempo.
Ozzy fue una luz oscura , como siempre lo ha sido , marcando el ritmo con sus temas insustituibles como Crazy Train, Brak at the Moon y Mr. Crowley. Un pase directo al infierno, poderosas con Zakk Wylde exorcizado por Randy Rohads a quien siempre recordamos. Los teclados en las manos de un hombre que en el apellido lleva la calidad, Adam Wakeman, el hijo de Rick.
La banda que se conforma además por el batacazo de Faith no More, Mike Bordin, que sin llegarle a Dan Castronovo en aquel año 95, aporreó y dejó constancia de su calidad más allá de lo que hizo en loas noventa. Y el bajo de Rob Zombie, o sea , puro negro oscuro con cruces y muertos.
Definitivamente un acierto haber vuelto a buscar a Ozzy , en un buen momento, con ese concepto sólo tocado por el daño que sin darnos cuenta pueden producir cuatro décadas de excesos , que el caso de Ozzy , fueron mas que palomas en su boca y que sin embargo lo tienen hoy de pie y totalmente resucitado.
Salve el Metal ¡
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