miércoles, 5 de julio de 2006

LA CASA DEL LAGO

Las comedias románticas son un género que se mantiene en el gusto del público porque en la mayoría de las ocasiones nos permite identificarnos con los personajes, con las situaciones, con los momentos y peripecias que se dan en su desarrollo, en mayor o menor mdida claro está.

Y pregunto , ¿quién no ha iniciado una buena relación humana a través del chat, del mail, como lo supusieron Meg Ryan y Hanks en E Mail, ó vía radio en Sleepless in Seattle con ellos mismos?. Hombres mayores con mujeres más jóvenes, como la relación de Wynona con Gere en Otoño en Nueva York...con mayor o menor dosis de tragedia, las comedias románticas están ahí presentes desde hace tiempo.

Además se han adapatado a los nuevos tiempos integrando elementos mas acorde a los tiempos actuales, como supone Viviendo con mi Ex, Mi Novia secreta, Soltero en Casa, o el juego que toma parte Nicolas Cage cuando de millonario se convierte en Hombre de Familia, y de los cuales la serie Friends marcó línea en la última década. No quiero finalmente olvidar a Nickolson en esa maravilla llamada Mejor Imposible y tampoco recorreré las décadas desde lo que el viento se llevó...

La lista es extensa y a la misma se adhiere La Casa del Lago que reúne además de los elementos consabidos, un efecto “mariposa” que juega con el tiempo y adquiere muy buena dinámica en su desarrollo. Una película muy entretenida en la que sobresale entre muchas otras cosas, la buena música.

La historia se basa en el hecho dos personas se logran comunicar vía carta- de esas que se echan en el buzón y que pocos ya usan(amos)., aún cuando cada uno vive en diferente año.

Keanu vive en el 2004 y Sandra en el 2006.

De ahí el director argentino Alejandro Agresti se agarra para manejar a sus personajes al gusto, como por ejemplo cuando Reeves reserva una mesa en el más elegante restaurante de Chicago, con dos años de antelación para encontrarse con Bullock. El hecho de que ella conozca el futuro de él, y que él tenga la capacidad de corregir el pasado de ella, nos mantiene atentos a la pantalla.

La premisa sin embargo se va más por los sentimientos entre estos dos personajes, que por la magia que han encontrado al poder hacer uso del manejo del tiempo, aún cuando la visita que ambos hacen a la ciudad de Chicago desde sus respectivos años, o el árbol a

la entrada del departamento de ella, terminan por convencernos de que es una buena comedia romántica.

No es desde luego algo más, pero si una buena opción.

Habrá que ver si la original coreana que se llamó Siwore (aquí en México se exhibió como Il Mare , de Lee Hyun-Seung,) ofrece más intensidad que esta Casita del Lago. Si alguien la localiza me avisa por favor.

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