No hay duda de que presentó en el Foro Sol este par de días el espectáculo más grandioso que hoy puede observarse bajo el esquema de ópera rock.
A 31 años de que la puesta en escena iluminará el barrio de Earls Court en Londres y alguna ciudades en el mundo, noches memorables que permitieron ser testigos de esta locura hecha formas musicales y visuales de la mano del bajista del mítico Pink Floyd.
La esencia del espectáculo sigue rondando las carencias más fuertes del espíritu humano, dejando pistas de esperanza hacia la raza humana en espera de lograr abatir injusticia, hambre y delirio de poder.
Esto es The Wall. Ya somos historia.
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