The Classic Tales of YES
30 de abril y 2 de mayo
2024
-Una afirmación llamada YES
Dos icebergs emergieron del fondo del océano frente a la costa de Lisboa, Portugal, trayendo consigo un cúmulo de memorias de antiguas décadas en las que extensas sinfonías cubrieron buena parte del planeta.
El llamado en los libros de historia musical Rock Progresivo detonará obras clásicas en los primeros años de la década de los setenta.
Uno de los representantes distinguidos del fino movimiento fue YES, cosecha 1969 que nació para ser perfeccionada al paso de los años.
Llevando de estandarte un incipiente juego vocal aderezado con juego de trastes apuntados hacia el jazz, YES en sus primeros años de vida se pareció más a grupos pop psicodélico como Los Asociados o la Quinta dimensión, que a otros como Pink Floyd o King Crimson que dirigieron de manera más clara sus esfuerzos a experimentos densos.
Finalmente en 1971 con la grabación de The Yes Album y el arribo de Steve Howe el grupo liderado por Jon Anderson y Chris Squire, tomó dirección fija hacia latitudes inimaginables para la época siendo pilares junto a Genesis y Emerson, Lake and Palmer del mencionado movimiento progresivo.
Los años setenta cubrieron de gloria y fortuna a todos ellos.
Genesis se convirtió junto al multifacético Peter Gabriel y al dotado Steve Hackett en una banda de culto líricamente inflamable.
Emerson, Lake and Palmer recorre parte de la Unión Americana y Canadá junto a sus tres o cuatro trailers llevando una orquesta sinfónica para presentar obras clásicas en arenas y estadios.
YES por su parte monta escenografías surrealista extraídas de sus maravillosas portadas ilustradas por el dibujante Roger Dean para irse a llenar el Madison Square Garden de Nueva York.
Bandas ante todo ricas de talento en la que cada músico era un estudioso de varios instrumentos.
De todo ello poco a poco nos fuimos enterando en México.
Los discos de estos monstruos ingleses fueron llegando a la ciudad, primero en su confección importada y posteriormente en versiones más accesibles en precio aun cuando irremediablemente con acabados muy sobrios en comparación a los originales.
De manera grosera recuerdo que las portadas de Fragile y Relayer fueron literalmente cortadas en dos, para dejar la imagen a la mitad. Me enteré de que Relayer presentaba una serpiente hasta que miré el disco importado.
De cualquier forma la música comenzó a fluir y los seguidores del rock en México nos fuimos familiarizando con el material de estas grandes agrupaciones.
Desde luego no todos llegamos al mismo tiempo, unos antes y otros después.
-Radio Hits 1980
De pronto un incipiente adolescente dejó de escuchar a Village People, Donna Summer, Meco Monardo y Bee Gees para dar paso a KISS, Rush, Queen y eventualmente a YES.
Sin duda varios elementos se conjugaron para dar pie a esta saga.
La Radio, primera escala para conocer a muchos grupos, las revistas de rock mina de conocimiento de tantos grupos y desde luego la fortuna de haber estado AHÍ cuando el halo musical de un riff o golpe rítmico alcanzó a tocarnos.
En 1980 ni idea tenía quien era YES, mis primeros pasos se habían dirigido hacia el Hard Rock vía KISS o AC/DC, un par de entrañables discos en vivo, Cheap Trick at Budokan y un inefable The Alice Cooper Show.
De rock progresivo absolutamente nada.
Lo más cercano - lo comprendí tiempo después- fueron algunos toques distintivos de Jon Lord en un disco recopilatorio llamado Deepest Purple de esa fantástica banda metálica llamada Deep Purple. En especial en el tema Child in Time.
Mi turno para entrar al mundo de YES se acercaba.
-Drama
El modular -estereo- Gradiente estaba siempre sintonizado en el 97.7 de la FM, Radio Hits.
De pronto escuché una introducción musical que me hizo experimentar una sensación nueva que nunca había percibido en mi vida.
Como cuando miras una obra pictórica que te impacta brutalmente.
Al correr de esa canción mi mente voló, soñó y recreó en segundos una serie de fantasías visuales.
De golpe las armonías me transportaron al fondo del mar con la luz de la luna filtrada entre las aguas, cortada por las olas pero dejando pasar sutiles rayos color gris y blanco.
Corre a través de la Luz, YES, anunciada así por el locutor Héctor Lama, fue mi presentación con YES, esa fue la primera vez que los escuché.
Al día siguiente comencé a librar la batalla para encontrar el disco en el que venía la canción, algo que después de varias peripecias y sinsabores propios de las aventuras de adolescencia en torno al rock pudimos alcanzar.
En ese lapso de búsqueda por "error" compré un recopilatorio de éxitos -algo que realmente nunca aplicó a YES- llamado YES Classic y comenzó formalmente mi relación con la banda, a partir de temas grabados entre 1971 y 1977
Heart of the Sunrise, And You and, y Wonderous Stories fueron los primeros temas que recorrió la aguja del tocadiscos y quedé envuelto en un sueño eterno, perplejo..
Una experiencia diferente en mi vida de apenas trece años, tanto musical como visual si tomamos en cuenta las poderosas portadas de sus discos.
Algunos días después cuando mi hermano y mi padre salieron a comprar algunas cosas a la tienda Gigante de División del Norte, alcancé a mi hermano en la puerta antes de que salieran y le encargué el preciado tesoro. "Es un disco con una portada de icebergs, gatos, arboles, mar..."le dije.
Por cierto pasaron no se cuantos años para darme cuenta que en la portada hay un barco abandonado.
Un par de horas después mi hermano en ese momento un niño de escasos 10 años me entregó el disco. DRAMA.
Gracias brody
Otro golpe de pies a cabeza y el reencuentro con la canción que semanas atrás había escuchado. Run through the Light, bien definida por mi amigo Arturo como un tema táctil en toda su extensión.
El viaje fue colosal desde el primer tema, Machine Messiah, recorrido futurista pasando por cinco temas que me volaron en mil pedazos la mente.
La noche se muestra y el momento queda inscrito.
Se levanta la aguja y con ella se cierra el primer encuentro.
Exhausto de haber escuchado tantos sonidos y haber experimentado en la mente viajes a lugares edificados en la imaginación, como nunca antes.
Una banda para seguir, aunque sea en el plano histórico, dado que para fines de 1980 YES se había desintegrado, era parte de los libros.
Desde luego nunca imaginé los derroteros de esta historia, los alcances y significado de cada disco y portada, la importancia de este grupo en mi vida en los futuros años.
Mucho menos vislumbrar una posible reunificación, su lazos de sangre hacia otra banda -ASIA- y el impensable sueño de verlos en vivo algún día, a nuestros héroes de la música.
No todos llegamos al mismo tiempo, pero mi hermano y yo finalmente llegamos.
-De la reunificación hasta Lisboa.
Y nunca nos fuimos.
Aun cuando entre 1981 y 1983 YES no existió, los nuevos seguidores de la banda nos dimos a la tarea de adentrarnos en su historia.
Comienzan a llegar los discos y el amor por las portadas me hace amar aún más el dibujo.
A través de dos amigos clave en esta historia conozco material de la banda y de uno de sus integrantes.
De Ángel obtengo copias en cassette de Relayer y Close to the Edge, y de Ricardo material de Tormato y la obra solista de Rick Wakeman en particular el fenomenal No Earthly Connection.
Entre 1981 y 1983 con la poca información publicada sobre YES nos pusimos al corriente.
En 1982 en la sección de discos de Sears encontramos a ASIA con dos ex YES en su alineación, Steve Howe y Geoff Downes.
Con la salida del multiplatino disco 90125 en 1984 la banda probó las mieles del éxito comercial, comenzando así el movimiento de integrantes en el tablero, algo criticado por algunos y alabado por otros.
Con Owner of a Lonely Heart, de la cual mantenemos la grabación original de la cortinilla de Radio Hits en voz de Héctor Lama, nuevos seguidores descubrieron a YES.
La banda llega a ser cartel principal del legendario Rock en Rio.
A partir de ese año de gran promoción radial del rock en México vía WFM Rock stereo, YES jamás se volvió a disolver, llevando siempre a Chris Squire y Alan White como los capitanes de la nave.
En 1996 tras haber cerrado el ciclo comercial junto al guitarrista sudafricano Trevor Rabin, YES se reintegra con las piezas esenciales de los años setenta y se aparecen en México un par de ocasiones.
La deuda queda saldada con esos adolescentes que nunca imaginaron verlos en vivo.
Jon Anderson, Chris Squire, Steve Howe, Rick Wakeman y Alan white, dos de diciembre del 2002
Una de aquellas piezas fundamentales que volvieron a casa en 1996 fue el célebre guitarrista Steve Howe.
Nunca más abandonaría YES y tras el fallecimiento de Chris Squire en 2015 y Alan White en 2022, queda como el único sobreviviente de la cosecha setentera.
De aquellos cinco magníficos que procrearon el legendario Tales from Topographic Oceans, Jon Anderson y Rick Wakeman se mantienen activos de manera independiente, pero sólo Steve mantiene el legado de Squire y White bajo el nombre de YES.
-Campo Pequeno
Con medio siglo desde su primera grabación y tras haber pospuesto hasta en cuatro ocasiones la gira europea - pandemia incluida- YES regresó finalmente a los escenarios la noche del 30 de abril en Lisboa.
Un cielo abierto y una Torre de Belem que mira a pocos kilómetros el rostro del arte a través de la música.
La gira originalmente iba a conmemorar los cincuenta años de Relayer, e lpoderoso disco de 1974, con sus tres temas interpretados de principio a fin más los temas clásicos para los fans.
Al final Relayer no avanzó y se dio paso a una gira en Estados Unidos para conmemorar los cincuenta años de Close to the Edge y finalmente para Europa la fórmula se llama The Classic Tales of YES tour 2024.
Debemos decir que más allá del debate entre los fans sobre la validez de seguir llamando a esta nave YES, los miembros que hoy la conforman tienen en mayor o menor grado un vínculo importante con facetas trascendentes en la historia de la banda y lo más importante, un pleno dominio de la piezas musicales que ejecutan.
Sin pretender convencer a nadie, la sola presencia de Howe en plenitud facultades da por sentado un concierto de altísima calidad, con los las armas suficientes para ser arrojados a los cimientos del YESSONGS y YESSHOWS, dos obras salpicadas de concepto e intensidad de los años setenta.
El pulso del grupo a lo largo de los dos actos que comprende el concierto es de 100/100 con Billy Sherwood magistral en su tributo al amigo y maestro Chris Squire, hombre irremplazable pero dignamente representado.
Jay Schellen hace lo propio con el punch que alguna vez tuvo el gran Alan White.
Jon Davison, la voz que mantiene el timbre único y peculiar del sonido YES, agregando tintes que les permiten alcanzar poderosas escalas.
Finalmente un excombatiente del ASIA original y pilar desdicha banda a lo largo de dos décadas y además participe del grandioso disco DRAMA de 1980, Geoff Downes, genio de los sintetizadores simplemente porque nació con ellos en sus tiempos con Trevor Horn en The Buggles.
Todos ellos alguna vez sentados en torno a Chris Squire y Alan White en tarimas y estudios de grabación.
No tengo duda alguna, pedazo de banda esta versión YES, sólida y genuina.
Como siempre habrá comentarios sobre el set list, del porqué no agregar por lo menos un tema de Close to the Edge para mi el momento clave de su ascenso al Olimpo del progresivo, o haber incorporado algo adicioonal de Fragile (Heart of the Sunrise) o The Yes Album (Yours is not Disgrace) Incluso teniendo sobre el escenario la mancuerna Howe-Downes aventar al escenario Tempus Fugit.
Por el contrario habrá quienes se pronuncien a favor de Tales from Topographic Oceans y hayan quedado satisfechos por la inclusión de sus cuatro capítulos relevantes.
Que hayan respirado el aroma del Amor y Paz junto a Time and a Word o la secuencia lógica entre Going for the One y Tormato vía Dont Kill the Whale.
Podremos estar o no de acuerdo, o como se dice coloquialmente, estar de acuerdo enestar en desacuerdo.
En lo que sí no dudo estaremos de acuerdo es en la decisión de haber omitido finalmente a Owner of a Lonely Heart del set.
Importante en su tiempo y trascendental en su juego financiero vital en la década MTV, hoy ha sido rebasada por el propio legado de la banda.
Lisboa reunió un poco más de tres cuartos de foro, un bellísimo lienzo charro de bellas estructuras exteriores en forma de torres.
En el interior de sus pasillos se montó una pequeña pero sustanciosa mini galería del maestro Roger Dean, sobresaliendo la cara principal de YESSONGS (Pathways), y el espectacular Relayer. Caminando unos pasos sobresale el Dragón de ASIA y metros adelante el legendario logo de YES.
Noche completa para los fans de YES en Lisboa.
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Madrid,
La Riviera
A lo lejos se observa la Catedral de la Almudena, iluminada, bellísima.
Al bajar el Valle a través del Puente Segovia, se encuentra la sala de conciertos La Riviera.
De acuerdo con los oriundos de Madrid no es el mejor lugar para recibir a una banda como YES, un espacio vuelto antro cada noche.
Parecido a nuestro extinto salón 21, La Riviera finalmente fue testigo de YES.
Concurrido aunque no esté lleno, atribuible al puente vacacional del primero y dos de mayo en España.
YES presentó el mismo set list de Lisboa, y difícilmente lo moverán por lo menos hasta llegar a Londres por allá de julio.
Nuevamente quedé maravillado con Machine Messiah, Dont Kill the Whale i Turn of the Century, en mi opinión lo mejor del primer acto.
Turn of Century fue sin duda el momento de mayor lucidez de la banda.
Para el segundo acto siempre es generoso por parte de la banda ofrecer South Side of Sky, un tema que define perfectamente a YES. Dramáticas atmósferas, rompimientos de ritmo, del caos a la calma mientras el piano nos mece.
Debo insistir en la calidad de los músicos que tenemos sobre el escenario, en especial el golpe de tombs y roto tombs de Jay Shellan en Machine Messiah, sonando con autoridad, y el bajo de Sherwood siendo el eje, improvisando solos.
Debieron incorporar otros temas para el lucimiento de Sherwood.
Repito, Heart of the Sunrise, Tempus Fugit.
Cut from the stars tuvo presencia, un tema bien apuntalado y compuesto por los cinco actuales hombres de YES, , lo que salta a la vista. proviene del último disco Mirror to the Sky
Hace tiempo no escuchaba tan frontal el himno Roundabout, con Steve Howe cerrando una noche mágica con sus guitarras, yendo del progresivo clásico al rock fuerte con una solidez y soltura digna de su capacidad.
Todos brillan en un tema que hace brillar a todos.
Rock fuerte previamente aplicado en America cover nacido en el disco Yesterdays, obra original de Simon y Garfunkel.
Starship Trooper cierra la noche.
Armonías lejanas se acercan a su punto culminante mientras Sherwood acomoda las notas exactas para atacar en el momento indicado.
La parte acústica de Howe nos libera mientras todos expulsamos el aire para concederle a la batería el resto del camino.
Starship Trooper es la obra maestra de siempre.
Mis noches en Europa siguiendo a YES están por finalizar.
Una larga espera tuvo un gran colofón.
La noche es fresca, la Catedral se mantiene inquieta en su relativa inmovilidad, nos observa. Sonidos de otras épocas bañaron el valle.
Nosotros caminamos.
Nunca imaginé los derroteros de esta historia, los alcances y significado de cada disco y portada.
Hoy simplemente los disfruto.
Nunca nos fuimos, nunca nos iremos.
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